Considerado el fundador de la primera banda narco de envergadura en Rosario décadas atrás, Pepón volvió este jueves a las crónicas policiales luego de 16 procedimientos a través de los cuales allanaron su casa, su celda en Piñero y la de su hijo en el penal de Coronda en el marco de una investigación por venta de drogas en diferentes zonas de Rosario y en Granadero Baigorria.
Se trata de José Luis «Pepón» Salerno, que está preso por una entradera en una vivienda del sur provincial y que acumula un expediente de 2016 en la Justicia federal por infracción a la ley de drogas, pero que se ganó su fama a finales de los 80 cuando traficaba 100 kilos de cocaína por mes en Rosario.
Si bien los pesquisas no encontraron ni 20 gramos entre cocaína y marihuana, indicaron que la documentación que secuestraron en el operativo es importante para la pesquisa, que está a cargo del Juzgado Federal 4 de Marcelo Bailaque y del titular de la Fiscalía Federal 2, Claudio Kishimoto.
Además, en los allanamientos hubo 12 personas demoradas, entre las que se encuentran familiares directos de Pepón, de quienes se conocerá su situación procesal tras la indagatoria, aportaron los voceros relacionados con caso.
La investigación comenzó este año cuando el personal de la Dirección de Narcocriminalidad de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) por orden del magistrado federal Bailaque, y del fiscal Kishimoto, hicieron foco en la venta de drogas al menudeo con ramificaciones en la vecina localidad de Granadero Baigorria y en barrios como Empalme Graneros, Ludueña Norte y Sur, Toba, 7 de Septiembre y también en Industrial.
Este jueves, los uniformados de la AIC hicieron 16 allanamientos y en sólo uno de ellos no encontraron elementos de interés para la causa.
Los voceros relacionados con el caso indicaron que si bien hallaron unos pocos gramos de cocaína y marihuana, tanto en las celdas de los penales de Coronda y Piñero como en los domicilios de los principales investigados secuestraron gran cantidad de documentación, anotaciones y celulares que son de especial interés para la causa.
Tras los operativos, hubo una docena de demorados, los cuales quedaron detenidos e incomunicados hasta la declaración indagatoria.
Los procedimientos donde quedaron demoradas estas 12 personas se hicieron en simultáneo en las viviendas de: Onas al 9000 y General López al 1900 de Baigorria.
En Rosario en: Mapic al 5900, dos en Elpidio González al 1800, Bogado al 1800, en Bahía Blanca al 200 bis, en Vélez Sarsfield al 2400, dos en Charrúa al 200 bis, Dominicana al 50, Rossini al 1300 y Guaycurú al 7700.
De esos lugares incautaron una pistola calibre 9 milímetros, proyectiles, balanzas, poco más de 70 mil pesos, una moto, seis vehículos, una decena de celulares junto a unos pocos gramos de cocaína y marihuana.
En el único domicilio donde no hallaron elementos relacionados con el expediente fue en Solís al 500 bis, aportaron los pesquisas.
Entre las viviendas requisadas está la de Pepón en Rossini al 1300 entre Iguazú y avenida Sabin. En ese lugar, los policías demoraron a una pareja y secuestraron tres celulares, unos pocos gramos de marihuana, 5.900 pesos en efectivos, una cámara y elementos de interés para la causa.
En tanto, de la celda de Pepón en Piñero se llevaron un pen drive y en la de su hijo Emanuel Salerno en Coronda hallaron un celular, un cuaderno y papeles con anotaciones.
A la vez, otros dos familiares del célebre narco también fueron demorados en la casa de cuadra de Bahía Blanca al 200 bis en la que hallaron casi 10 gramos de cocaína, 57 mil pesos y tres celulares.
Tres décadas en el mercado
A José Luis «Pepón» Salerno se lo nombra desde finales de los 80 como fundador de una banda narco que movía hasta 100 kilos de cocaína mensuales. Fue socio de Jorge Halford, que en medio de un juicio por drogas en 2011 aseguró que el mercado narco de Rosario y sus alrededores era manejado por los agentes antinarcóticos provinciales.
Con el tiempo, esta sociedad se rompió por una mejicaneada y en 1993 la magistrada federal Laura Cosidoy señaló a Pepón como jefe de la banda dedicada al narcomenudeo, que también se encargaba de hacer el enlace con las fuerzas policiales.
Esa causa tomó repercusión nacional por las amenazas que sufrió la jueza, que terminaron con una balacera a su casa y que tuviese que movilizarse con un chaleco antibalas. Además a partir de allí, denunció a varios policías por complicidad.
Ahora, Pepón tiene 64 años y está detenido en la Unidad 11 de Piñero desde 2018 por una investigación de la Justicia provincial que lo sindicó junto con otro histórico del crimen local, Carlos Segundo Marquardt (Carlitos, quien a sus 74 años tiene pedigrí de ladrón de vieja escuela, dedicado a blindados y bancos), como líderes de una banda dedicada a entraderas. Estaban sospechados por cuatro golpes en viviendas de ciudades del sur y centro de la provincia, pero sólo les probaron desvalijar una casa en Casilda.
Ese 20 de diciembre de 2018, Pepón cayó en su vivienda de Rossini al 1300 mientras que a Carlitos lo atraparon en la suya, ubicada en Marcos Paz al 3100. Esta dupla ya había estado en la mira por un asalto a una estancia Los Cardos donde fue asesinado el capataz en 2012.
En cuanto a su largo recorrido por los vericuetos de la Justicia federal, el 22 de septiembre de 2016 Pepón fue apresado en el mismo domicilio por integrar una banda dedicada al narcomenudeo.
En su casa le encontraron 400 gramos de cocaína. Tras el allanamiento, algunas fuentes cercanas a Pepón contaron que el ladrillo de cocaína de máxima pureza encontrado había sido plantado.
Esta pesquisa tuvo la particularidad de que comenzó luego de que cayera el año anterior Luciana Alcira P., conocida como Vieja Alcira, quien a sus 82 años estaba sindicada por la venta de estupefacientes frente al shopping Alto Rosario en Nansen al 500 y por proveer del material fraccionado a una mujer en Baigorria.
Por ese expediente, también apresaron en un departamento de 3 de Febrero al 2300 a Eduardo Fabián “Polaco” García, de 50 años, a quien le incautaron dos bolsas de cocaína de máxima pureza.
El Polaco García ya había caído en 2007 en su casa de Reconquista al 2200 cuando los federales lo sindicaron como el jefe de una banda que importaba la droga de Bolivia.