“Tuvimos suerte que los equipos que nos persiguen no han ganado. Estamos tranquilos en cierta forma por eso, aunque no tanto porque hace cuatro partidos que no ganamos. Estamos dejando todo, pero la pelota no entra. Igualmente, no hay que volverse locos”. Pablo Pérez se hizo cargo de que el equipo dejó pasar algunas chances de estirar la ventaja arriba, pero no cree que haya que dramatizar.
—¿Decayó el juego del equipo en las últimas fechas?
—Quizás, pero no es para alarmarse. El equipo responde siempre, presionamos, tenemos la pelota, generamos situaciones y somos superiores a casi todos los rivales. Estamos en una racha en la que no estamos ganando, pero no debemos desesperarnos. Esto es semana a semana. Si no ganamos, es falla nuestra. Y necesitamos una victoria para cortar esta racha.
—¿Es realmente fortuna no ganar y mantenerse arriba o marca que el torneo es irregular?
—El torneo está difícil para todos. El que aproveche los errores de los demás tendrá la ventaja. Hoy tenemos el plus de estar arriba de todos y tenemos que defender esa posición el lunes ante Tigre.
—Hay dos rivales de peso como Boca y San Lorenzo peleando también por el título. ¿Cambia en algo? ¿Hay mayor presión?
—Yo presión no siento cuando juego al fútbol. Presión sentía mi viejo cuando tenía que salir a las 6 de la mañana a trabajar. Estamos haciendo todo lo posible por ganar algo que es importante para nosotros y para el club. Y vamos por un buen camino.
—¿Sería una decepción no lograr el título después de mantenerse durante tantas fechas arriba?
—Es una oportunidad única e histórica para nosotros y para el club. Pero si no se logra, nosotros podemos salir a la calle con la frente en alta porque estamos dejando absolutamente todo. No le robamos nada a nadie.
—Hace un tiempo dijiste que salir campeón le cambió la cabeza a este equipo. ¿Eso explica este presente?
—Tenemos gente que es muy ganadora y lo transmite en el vestuario todo el tiempo. Ellos nos cambiaron la cabeza y los resultados ayudaron a consolidar una idea. Estamos en una situación de privilegio y debemos defender lo que conseguimos hasta el momento.
—Por haber clasificado a la semifinal de la Libertadores no hicieron una pretemporada sino una puesta a punto. ¿Físicamente cómo están?
—Estamos bien. En este momento el cansancio no existe. Estamos en una recta final importante y tenemos que dejar todo.
—¿En lo personal cómo te sentís?
—Muy bien, como en el campeonato anterior. Me gusta exigirme, quiero más para mí, jugar un poco mejor cada partido. En cuanto a mi función, no cambió mucho la cosa. El técnico me pide que trate de llegar al área. Y a mí me gusta sorprender porque los volantes no siempre te siguen.
—Siempre se habla de la cantidad de amarillas que recibís. ¿Te tienen apuntado?
—No lo sé. Tampoco me interesa. Es un tema del que opina la prensa y la gente. Si recibo amarillas es porque juego al límite en cada partido. Cuando me la sacan, trato de regular para que no me echen. Es un detalle menor. En el peor de los casos, cumpliré la sanción cada cinco fechas.
Víctor López, recuperado
Alfredo Berti recibió ayer una señal alentadora respecto a la recuperación de Víctor López. Es que el defensor rojinegro entrenó ayer con normalidad y finalizó la rutina matutina en Bella Vista sin molestias en el sóleo derecho que le había impedido trabajar a la par de sus compañeros. De igual manera, el cuerpo técnico tiene previsto exigirlo en los próximos días antes de determinar si regresará al equipo titular el lunes a las 21.15 ante Tigre en el Monumental de Victoria.
En tanto, Gabriel Heinze también admitió sentirse mucho mejor de la sobrecarga muscular con la que terminó el partido ante San Lorenzo, por lo que seguramente formará parte de la práctica de fútbol esta semana y, por consiguiente, estará ante el Matador.
En cambio, en las próximas horas se conocerán los resultados de los estudios que le realizaron a Víctor Figueroa, quien ya fue descartado para el próximo partido por una molestia en el sóleo derecho. El jugador refirió demasiado dolor en la zona en estos días por lo que podría pensarse en una distensión en la zona que lo podría marginar no sólo del partido frente a Tigre sino de algún otro compromiso.