Una perito del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) contó este lunes cómo fue identificado un cadáver enterrado cómo NN en el cementerio de La Plata perteneciente a una mujer secuestrada y ultimada a balazos durante la dictadura militar, informó una fuente judicial.
Se trata de Patricia Bernardi, integrante del EAFF, quien participó de la identificación de María Nicasia Rodríguez, secuestrada en 1977 por fuerzas militares de las cuales cinco miembros son juzgados por el Tribunal Oral Federal 2 de La Plata.
Berardi declaró hoy en el juicio a los ex militares del Batallón de Comunicaciones de Comando 601 de City Bell: el ex subjefe del batallón, Carlos Alberto Bazán (78); los ex oficiales de Inteligencia Francisco Ángel Fleba (67) y de Operaciones Eduardo Arturo Laciar (76), el ex jefe de la Compañía B Daniel Leonardo Lucero (67) y el ex jefe de la tercera Sección de la Compañía B Eduardo Enrique Barreiro (60).
Lucero y Barreiro -también imputado en la causa que investiga el presunto enriquecimiento ilícito del ex jefe del Ejército César Milani-, están alojados en la Unidad 34 del Servicio Penitenciario Federal, que funciona en la guarnición militar de Campo de Mayo, mientras los otros acusados tienen prisión domiciliaria.
La perito contó que los restos de Rodríguez fueron hallados enterrados como NN en el cementerio de La Plata y en 2007 pudo ser identificada tras un cotejo genético con dos hijas de la víctima.
Berardi explicó que el esqueleto presentaba «al menos seis disparos, en el tórax, el omóplato y uno de sus hombros, y tenía un traumatismo de cráneo». Junto a los restos óseos «se encontraron proyectiles de dos calibres distintos, tres monedas y restos de un vestido», detalló.
El hecho ocurrió el 6 de septiembre de 1977, cuando la Tercera Sección de la Compañía B del Batallón de Comunicaciones 601 de City Bell encabezó, con personal de otras unidades militares y policiales, «un control e identificación de población» casa por casa.
Rodríguez, madre de una niña de 12 años, un varón de 10 y una beba de un año y medio, resistió a tiros junto Arturo Alejandrino Jaimez, alias «Silver», el ingreso de los militares a su casa de las calles 148, entre 27 y 28, de Berazategui.
Los dos fueron ultimados pero aún está desaparecido Jaimez, mientras el cuerpo de Rodríguez fue recuperado en 2007 por el EAAF.
Los niños fueron hallados ilesos dentro del baño de la vivienda; los dos más pequeños fueron retenidos y ocultados durante ocho días, tras lo cual un juzgado de menores los entregó a su familia biológica.
La niña mayor fue ingresada al circuito de centros clandestinos de detención y durante tres meses estuvo secuestrada en el Regimiento La Tablada y las prisiones ilegales El Vesubio y el Sheraton, donde fue sometida a interrogatorios y torturas.