“Uno tiene que estar preparado porque la historia de Central dice que el que dirige la reserva puede reemplazar al técnico de primera”. La frase no es caprichosa y cobra vigencia y asidero por el momento y el protagonista. La dijo Cristian González, mano a mano con El Hincha, a fines de abril. El Kily es una fija para cubrir la vacante que dejó Diego Cocca y él esperaba esta oportunidad, con el destino esperando a la vuelta de la esquina para hacerle un guiño cómplice.
Ahora quiere aprovecharla de la mejor manera, porque sabe que no todos las que la tuvieron pudieron con el peso que supone el banco Central y sus circunstancias. Por eso, dirigencia auriazul y Kily, se toman su tiempo tanto para definir la conformación del cuerpo técnico de primera como para oficializarlo. La premisa: mirar a las inferiores, apostar a la casa.
En aquella entrevista con este diario, Kily González también dejó clara su idea, que va de la mano con lo que pretende la dirigencia canalla para el nuevo proyecto futbolístico del club. “Central es un club formador y vendedor de jugadores, históricamente fue así, y yo trato de proteger a los chicos como en su momento otros entrenadores me protegieron a mí; quiero que la primera de Central se llene de jugadores de inferiores”, dijo el Kily.
Y también planteó en esa charla que la reserva debe entrenar cerca de la primera, algo que está descontado que se dará en esta nueva etapa. El argumento del Kily fue contundente: “Para mí no hay dudas de que la reserva tiene que entrenar cerca del lugar que lo hace la primera. Jugué en la reserva de Central y quería espiar lo que hacían los de primera, cruzarme algún jugador, cuando tenía un huequito trataba de ver cómo entrenaban. Esto también forma parte de una motivación para el jugador de reserva, que ya perdió el preliminar del partido de primera. Hay un montón de cosas que hoy el jugador de reserva no vive, y puede influir en el tema de la formación de ese jugador apuntando a la primera”.
Otro tema de consulta a Kily González en esa entrevista realizada en abril último, estuvo ligada a cuestiones de estilo de juego. “Esquema ideal no tengo, pero me gusta jugar con mediapunta, con enganche”, reconoció Kily. Y luego se explayó sobre su preferencia y los motivos de la misma, aunque no se mostró intransigente respecto de utilizar otros sistemas. “Los últimos partidos de reserva terminamos jugando con un 4-3-1-2. En mi primera época en Central jugábamos así, con un mediocampo formado con Palma de cinco clásico, el Nuno (Roberto) Molina por derecha, yo iba por izquierda y Vitamina (Pablo Sánchez) era el enganche; arriba jugaban el Chelo (Marcelo Delgado) y el Puma (José Luis Rodríguez). Ese equipo, desde el funcionamiento, me quedó grabado en la cabeza porque salíamos a ser protagonistas en todas las canchas. Ahora se habla mucho de dibujos tácticos y de esquemas. Pero cuando arrancan los partidos las piezas se mueven y los futbolistas tienen que saber adaptarse a distintos planteos y situaciones de juego. A mí me gusta que mi equipo sea protagonista, que presione alto, el buen manejo de la pelota, faltarle el respeto desde lo futbolístico a cualquier rival, todas cosas que te exige la historia de este club. Pero el éxito de tu idea depende mucho de cómo la interpreten los jugadores. Si el jugador no está convencido de tu idea, de tu sistema, te los podés meter donde quieras”, concluyó.