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Perros guía: una opción de desplazamiento para no videntes

Por: Gina Verona Muzzio.- “Estamos pidiendo que el Estado sea garante del libre acceso, circulación y permanencia”, afirma Maximiliano Marc, quien desde hace tres años transita la ciudad acompañado por Bandit, su perro guía. Hoy en día, con la ayuda de muchos voluntarios y compañeros de otras provincias, impulsa una importante campaña de difusión y junta de firmas para pedir la aprobación dela Ley Nacional de Perros Guías.

Maximiliano Marc llega a la entrevista acompañado por Bandit (Bandido), es el perro guía que lo acompaña en sus andanzas desde hace tres años. “Lo tengo desde el 28 de enero de 2009 y no deja de sorprenderme, todos los días hay algo nuevo. Las respuestas que da, cómo resuelve las situaciones…”, cuenta.

Hace una década que Marc perdió la visión, tras sufrir una grave retinitis. Con ayuda profesional y de sus afectos realizó la rehabilitación en el Centro Luis Braile, donde afirma que además de las herramientas que le brindaron, le dieron una contención enorme que lo ayudó a llegar hasta aquí y a hacer todas las cosas que hoy en día emprende. Participó del seleccionado nacional de nadadores ciegos, está cursando la carrera de Psicología –le falta rendir tres materias, cursar una y hacer las residencias- y actualmente está trabajado arduamente en la difusión del proyecto de Ley Nacional de Perros Guías. Uno de sus mayores objetivos por estos tiempos.

“Me dedico mucho a la difusión del tema. Estamos viajando por todo el país, en la medida en que nos dan las posibilidades y el presupuesto. Lo único que estamos pidiendo es que el Estado sea garante del libre acceso circulación y permanencia. No estamos pidiendo ni plata, ni subsidios, nada de eso. Decimos que es una ley muy barata. Es sólo un papel que diga: la gente usuaria de perros guías puede ir a todos lados”, explica Marc.

Sin embargo, el tema es complicado. Los perros no se entrenan en Argentina, hay que viajar al exterior y los centros tienen un costo de infraestructura enorme. “Por eso, los países que tienen centros de entrenamiento, como Estados Unidos, se dedican primero a satisfacer la demanda local y son muy pocos los lugares que pueden donar perros. A nosotros nos los donaron, no pagamos absolutamente nada, ya que todo está financiado por distintas entidades. Puede ser una sociedad filantrópica, como el Club de Leones, cualquier tipo de capitales privados e incluso el mismo Estado”.

En este sentido, Marc comenta que el centro de entrenamiento estadounidense, donde fue educado Bandit “entrena alrededor de 500 perros por año, pero como en Argentina el can no tiene un respaldo jurídico, como no tiene una garantía, cerraron las puertas. Conclusión: no hay más perros guías para el país”. Esto implica que el tema sea poco conocido por la sociedad. “En Rosario somos tres usuarios y en Argentina, alrededor de 24. Muy poco. En grandes ciudades, como en Capital Federal, hay 6 ó 7. O sea que no es algo que se ve cotidianamente. Sin embargo, se avanza porque son cada vez más los usuarios que se animan a elegir esta opción”.

Maximiliano destacó además que el perro guía no sólo es una mejor forma de transitar la ciudad y una compañía, sino que para “las personas que son ciegas de nacimiento, que generalmente son más retraídas, es una manera de socializar. El animal los obliga a salir a la calle, porque no puede estar todo el día encerrado. Hay mucha gente que quizás se acerca a charlar por el perro y pegás buena onda”.

Sin embargo, los usuarios de perros guía enumeran cuatro reglas “de oro” que la sociedad debe conocer. “Cuando una persona nos cruza, no debe tocar al perro, no debe darle de comer, no hay que distraerlo y de tener una mascota, es necesario mantenerla bajo control cuando pasa cerca”, especifican.

“Hoy por hoy, veo que con la difusión que hemos hecho hay mucha gente que conoce del tema. Voy caminando por la calle y varias personas los reconocen. Que la gente lo empiece a contar es importante. El otro día estábamos haciendo una campaña en los silos Davis, juntando firmas, repartiendo folletos y un chico de 5 años le empezó a explicar al padre que Bandit era un perro guía, que yo no veía… En esos casos es cuando vos pensás que el esfuerzo que uno va haciendo está dando frutos”, analizó Marc.

Un objetivo primordial

El objetivo de este año para Maximiliano, para los usuarios de perros guía y todos aquellos interesados en poder contar con los canes es el tratamiento y la aprobación de la Ley Nacional de Perros Guías. Respecto a lo que aclara que “no nos va a servir tener la ley si no se difunde. Entonces yo creo que la ley debe ir acompañada de tres pilares fundamentales: difusión, legislación y dar una respuesta a las personas que opten por esta forma de desplazamiento”.

En principio, Rosario cuenta con la Ordenanza 8280, que indica: “Las personas ciegas acompañadas de perros guía, tienen garantizado el acceso a todos los lugares y transportes públicos o de acceso público”. Decretos similares rigen en las ciudades de Santa Fe y en San Lorenzo.

Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Hay varias actividades programadas para difundir el tema en distintos lugares del país, como Formosa o en Capital Federal, donde en algunos casos hay impulso gubernamental para legislar sobre el tema. En diciembre comenzó en Rosario una campaña de junta de firmas, que hoy en día se ha extendido a Salta, Córdoba, Formosa, Capital Federal, a Santa Fe capital, a Casilda, Arequito y otros pueblos y ciudades del país.

Marc expresa que cualquier persona que quiera sumarse a la causa, está invitada a hacerlo y hace alusión a la cuenta en la red social Facebook. “El grupo Logremos la Ley Nacional de Perros Guías en Argentina se abrió en septiembre y éramos 50, lo abrí como una manera de hacer catarsis por el taxi que no me llevaba o el colectivo que no me dejó subir. Hoy somos 4.500 personas. Seguimos apostando a eso y esto está tomando una dimensión mayor. Todo suma, docentes que quieran que vayamos a dar una charla a una escuela, algún congreso que toque la temática, nosotros vamos con nuestros perros a contarles de qué se trata esto a cualquier lado”.

El petitorio llegó hasta la presidenta

El 27 de febrero pasado, cuando Rosario festejó a pleno el Bicentenario de la Bandera, Maximiliano desfiló junto a Bandit y a otros usuarios de perros guías del país acompañando la insignia patria en su camino hacia el escenario principal.

Al llegar al final del recorrido, frente al palco oficial, Marc comenzó a hablar con la gente de seguridad para tener un contacto con Cristina Fernández de Kirchner y presentar una carta que explica el proyecto de ley que enmarcaría el trabajo de los perros guías y a sus usuarios.

“Insistí hasta que uno de los oficiales de seguridad me dijo que me avisaba cuando llegara. Me sentía Gonzalito de CQC gritando: ¡Presidenta! ¡Presidenta! Cuando se acercó le entregué la carta, que había llevado preparada, y le dije por qué necesitamos la ley y cuanto hace que venimos peleando. Ya no me queda más nadie, hablé hasta con la presidenta. Fue una oportunidad más y esperamos tener repercusión. De todas maneras,

«Seguimos trabajando, dialogando con diputados, senadores, se necesita mucha voluntad política para lograr esto”, relató.

 

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