En el arranque de la edición número 51 de Cosquín, cerca de 12 mil personas llenaron la Plaza “Prospero Molina”, donde se vivió momentos de emoción cuando Marcelo Simón rindió tributo al Negro Gutiérrez, fallecido el año pasado, mientras la pantalla los transportaba a la 50 edición con la imagen del maestro de ceremonias en su última presentación.
El momento se completó con la poesía en la voz en off de Atahualpa Yupanqui; el Himno a Cosquín, con la coreografía del Ballet Camín y la entonación del Himno Nacional Argentino, a cargo del Coro Toba Chela Lapi.
En la parte artística fue Peteco Carabajal, quien volvió a deslumbrar al público con sus temas nuevos, secundado por su precisa y compacta banda integrada, entre otros, por su hijo Homero, su hermano Demi y Daniel Patanchón.
Por su parte, los salteños Guitarreros y el armoniquista rosarino Franco Luciani, volvieron a lograr la consagración del público (fueron consagrados la edición pasada), por la calidad de sus actuaciones y el repertorio elegido.