El músico británico Phil Collins, entrevistado por la televisión pública de su país, reconoció a sus 70 años que está un poco «noqueado» físicamente y que apenas puede sostener los palillos de la batería por problemas de salud.
Junto con el también británico Paul McCartney y el estadounidense Michael Jackson, Collins forma parte del exclusivo club de los tres artistas con más de 100 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, tanto en su carrera en solitario como formando parte de una banda.
En el anunciado regreso de Genesis, titulado The last domino tour, su hijo Nic será quien tome el lugar del astro, que fue un miembro esencial de la agrupación, según detalló la prensa.
“Me encantaría tocar en la gira con mi hijo. Es muy frustrante, pero estoy un poco «noqueado» físicamente –advirtió el veterano músico ante las cámaras de la BBC-; hay cosas que ya no puedo hacer”.
Por sus problemas de salud, apenas puede sostener un palillo de batería, el instrumento que lo acompañó desde que a la edad de cinco años su padre le regaló una de juguete y con la que se convirtió en una figura estelar de la música del siglo XX.
El artista británico viene sufriendo problemas de salud desde hace más de una década: en 2015 se sometió a una cirugía de espalda que lo dejó con daños neuronales y en 2017 sufrió una caída que lo obligó a utilizar un bastón para ayudarse a caminar.
El ganador de siete premios Grammy contó su vida en una autobiografía publicada en 2016, a la que decidió titular Not dead yet (Aún no estoy muerto).
El ex baterista de Génesis e ícono pop de los años 80 es uno de los músicos más exitosos del mundo, con un repertorio que incluye títulos como “In the air tonight” y “Against all odds”; entre 1984 y 1989 encabezó la lista de Billboard Top 100 como cantante en ocho ocasiones, siete como solista y una con Genesis.
Collins se convirtió en el cantante en solitario del grupo luego de la salida de Peter Gabriel, en 1975.