«Nadie me dio las condolencias», dijo Cintia, la única sobreviviente de la picada fatal de avenida del Rosario y Ayacucho, donde murieron su hijo y su esposo hace dos semanas. Por ese motivo, convocó a los ciudadanos a una manifestación este miércoles, a las 19.30, en la esquina del siniestro para pedir «Justicia por Valen y David». Pintarán dos estrellas amarillas en recuerdo de las víctimas.
«Son igual de asesinos que ellos», dijo la mujer sobre las familias de Pablo M. –único imputado– y Germán S. –aún hospitalizado–, que venían corriendo carreras a 132 kilómetros por hora en una intersección de la zona sur, a las 12 de la noche.
Cintia fue dada de alta el domingo pasado y dijo que «en este tiempo ni ella ni su propia familia tuvo ningún contacto con el entorno de los sospechosos».
«Son todo iguales, te puedo asegurar que si en mi familia llega a pasar algo así, como son mis viejos, se hubiesen acercado a pedir disculpas y a dar sus condolencias, aunque del otro lado no las acepten».
La mujer recordó al «ángel» que la acompañó el día de picada mortal, Alejandro es el hombre que la ayudó a salir del auto, que llamó a sus padres y que la acompaña desde ese fatal día .
«Hoy me pasó a mí, que siempre lo vi desde la vereda de enfrente. Te puede pasar a vos. Nosotros íbamos a dejar el nene a lo de mi mamá para ir a trabajar», lamentó Cintia.
En el violento impacto entre el Renault Sandero que manejaba Germán S., quien sigue internado en terapia intensiva con custodia policial producto de las heridas, y el Citroën C3 en el que iba la familia, murieron David Pizorno (42) y su hijo Valentino (8).
En tanto, la Fiscalía cree que Pablo M., quien iba a bordo de un Citroën C4, también llegó a tocar y desestabilizar el coche de las víctimas antes de la colisión fatal. Los investigadores se basan en el testimonio de la víctima y golpes en la carrocería del rodado, y para ello se ordenó una serie de pericias técnicas sobre las imágenes de video captadas en el lugar.
