El diputado Miguel Ángel Pichetto se mostró de acuerdo con la convocatoria a gobernadores que realizó el presidente Javier Milei en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso, pero afirmó que «un pacto implica diálogo, no un sistema de adhesiones».
«No hubo para el ciudadano un mensaje de cómo va a ser el tránsito y el camino frente al ajuste fiscal. Implica sufrimiento para la gente que trabaja, los sectores medios y bajos», cuestionó el legislador en declaraciones radiales.
En su exposición ante la Asamblea Legilativa, Milei invitó a todas las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a firmar un acuerdo que consideró fundacional. Presentó el denominado «Pacto del 25 de Mayo» como una respuesta a los desafíos contemporáneos que enfrenta Argentina. Y definió una suerte de decálogo de compromisos a los que los jefes provinciales deberían adherir en áreas clave como la economía, la política, y el marco social.
Entre las propuestas más destacadas se encuentran la inviolabilidad de la propiedad privada, en rigor ya contemplada por la Constitución Nacional, el «equilibrio fiscal innegociable» y una significativa reducción del gasto público, que cifró en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
La reforma tributaria es otro de los pilares de este pacto que, como condición para firmarse, el presidente exigió que el Congreso apruebe la llamada ley Bases. Según el mandatario libertario, el objetivo en ese punto es aliviar la carga impositiva sobre los ciudadanos y las empresas, «fomentando así el comercio y la inversión». Otro punto es una revisión de la coparticipación federal de impuestos, una deuda que data de la reforma constitucional de 1994. Milei calificó el actual esquema, en permanente revisión, como un «modelo extorsivo».
En el ámbito laboral y previsional, la propuesta incluye una «modernización» legislativa que según declamó, promueva el empleo formal y asegure la sustentabilidad del sistema de jubilaciones, permitiendo además la opción de un régimen privado para aquellos que así lo prefieran. Es decir, la vuelta de las AFJP de la década del 90, que generaron un alto daño económico al Estado.
La reforma política estructural busca, por su parte, «realinear los intereses de los representantes con los de los representados», al decir del jefe de Estado.
Finalmente, el pacto pone especial énfasis en la «apertura» al comercio internacional en base a la quyita de regulaciones proteccionistas y de otro tipo.
Entre otros temas, Pichetto, jefe del interbloque Hacemos Coalición Federal, cuestionó la presencia de «barras» en el recinto de la Cámara de Diputados, y el manejo televisivo de la apertura de sesiones ordinarias, en el que sólo se enfocaron los legisladores oficialistas y funcionarios presentes. También mencionó, respecto del discurso de Milei, una «visión maniquea» del Congreso y de los gobernadores por parte del presidente.