La decisión del realizar el sorteo del próximo Mundial que se jugará en 2023 en Francia generó muchas críticas. Pero lo más llamativo fue una respuesta de Agustín Pichot, vicepresidente de World Rugby, a un tuit en el que fue citado por este tema. El ex capitán de Los Pumas expresó “no haber sido informado ni consultado”. La grieta en el mundo del rugby entre Norte y Sur, está cada días más grande.
Andy Nicol, ex medio scrum de Escocia y actualmente comentarista para la BBC y BT Sport y columnista del Scottish Daily Mail, publicó en su cuenta de Twitter: “¿Por qué, oh, por qué se realiza el sorteo en 2020 para un torneo que tendrá lugar en 2023? ¡La locura y el rugby son el único deporte que muere así! ¿¿Por qué?? @BillBeaumont y @ AP9_”, y la respuesta de Pichot no se hizo esperar: “No tengo idea de por qué Andy. No fui informado ni consultado. Completamente en contra… pero…”.
En pleno Mundial de Japón, Pichot expresó su deseo de competir por la presidencia de World Rugby. Es más, en una entrevista con El Hincha, confesó haber expresado su proyecto a Bill Beaumont, actual presidente de la entidad madre del rugby mundial.
La semana pasada, utilizando un mail oficial de World Rugby, Beaumont anunció que el francés Bernard Laporte será quien lo acompañe como vicepresidente en las próximas elecciones dentro del organismo. Sencillamente una declaración de guerra del Norte para Sur.
La ruptura entre Beaumont y Pichot se dio cuando el inglés no apoyó con firmeza el proyecto de la Liga de la Naciones, una idea del argentino para llevar más equidad no solo en el reparto económico, sino también en lo deportivo.
El establishment europeo no tiene ninguna intención de generar cambios, tienen el torneo Seis Naciones con lucrativos contratos y tener que repartir dividendos no está en la agenda. Tampoco que los países más pobres o con menos recursos económicos crezcan. Para los saqueadores europeos que se llevan de las Islas del Pacífico a los mejores jugadores; ni que Fiji, Tonga o Samoa puedan contar con recursos para contener a sus mejores jugadores sería un problema.
Beaumont ya anunció que competirá por la reelección y además ya tiene compañero de fórmula al francés Laporte, quien tiempo atrás era un aliado estratégico de Pichot, pero parece que los británicos movieron piezas y en plena contienda electoral están prometiendo y generando desde el poder situaciones para captar votos.
En casa que Pichot se decida a competir por la presidencia, la elección sería de la siguiente manera: los países del Tier 1 tienen dos votos: Inglaterra, Francia, Italia, Gales, Irlanda y Escocia (Seis Naciones) y Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia (Rugby Championship). En este segmento, Beaumont sumaría 18 votos y Pichot 12.
En el segundo estamento para votar estarían las seis uniones continentales, que también tienen dos votos: Europa, Oceanía, África, Asia, Norteamérica y Sudamérica, y también se une a este lote Japón. Acá Europa vota al inglés (20), mientras que Oceanía, África, Asia y Sudamérica por el argentino (20). Sin expresarse se encuentra Norteamérica y Japón, cuatro votos que podrían ser vitales para las aspiraciones de cualquier candidato.
Por último están los países del Tier 2 con un voto cada uno: Georgia, Rumania, Fiji, Samoa, Canadá, Estados Unidos y Uruguay. Definidos están: Rumania que apoya a Beaumont (21) y Uruguay que por Pichot (21). Sin definirse: Fiji, Samoa, Canadá y Estados Unidos, un total de cuatro votos.
La clave para ganar para Pichot está en el continente americano, si consigue el apoyo de Canadá y Estados Unidos, sumado por ende a Norteamérica, podría pelear mano a mano.
Pero ante una igualdad de votos, el desempate le da al presidente la autoridad para dirimir la cuestión y Beaumont tiene muy en claro que quiere quedarse cuatro años más.
Hoy por hoy, la elección de World Rugby se asemeja al Teg, donde los competidores van poniendo sus fichas y sumando apoyos, conquistando con sus ideas no sólo países sino continentes. Sea cual sea el resultado, el status quo impuesto por el Norte, tiene fecha de vencimiento.
