Un fiscal pidió que se condene a 14 años de prisión a Mario Segovia, conocido como «El Rey de la efedrina», y al mexicano Juan Jesús Martínez Espinoza por integrar una banda que enviaba esa sustancia hacia México, tras la elaboración de metanfetaminas en una quinta de Ingeniero Maschwitz.
Fuentes judiciales informaron que las solicitudes fueron formuladas por el fiscal Eduardo Codesido durante los alegatos del juicio que el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 de San Martín, integrado por María Lucía Cassain, Alejandro de Korvez y Lidia Soto, realiza contra estos tres imputados y otros nueve acusados.
El fiscal reclamó que Segovia y Martínez Espinosa sean condenados por infracción a tres artículos de la ley 23.737 (de drogas), transporte de estupefacientes y tentativa de contrabando de las mismas sustancias.
En tanto, Codesido reclamó las siguientes penas para el resto de los acusados: Ricardo «Ricky» Martínez, padre del actor Mariano Martínez, (4 años); Fernando Ventura García (4 años); Walter Gabriel Garrido (7 años); Gisela Ortega -esposa de Segovia- (6 años); Rubén Galvarini (8 años); Gonzalo Rodrigo Ortega (6 años) y Rodrigo Pozas Iturbe (3 años).
Para Antonia María Moreno, Horacio Jorge Quiroga y Pedro Díaz Cavero, solicitó la absolución.
El principal imputado en el juicio es Segovia, quien se cree que compraba grandes cantidades de efedrina a droguerías a través de distintas farmacias, que luego volcaba al mercado ilegal.
Se estima que Segovia lideraba la banda desde 2006 y era quien obtenía la efedrina de proveedores porque estaba inscripto con un nombre falso para poder comprar precursores químicos bajo la identidad de Héctor Benítez, un preso de Sierra Chica.
Martínez Espinoza era el dueño de la quinta de Ingeniero Maschwitz que funcionaba como laboratorio y aparentemente se contactaba con «Ricky» Martínez, para que consiguiera lugares para poder lavar dinero.
A éste último se lo acusa de ser el dueño de un galpón de Barracas donde se guardaba efedrina y donde llegó a haber 700 kilos, pese a que el padre del actor siempre aseguró que no sabía qué le enviaban en los barriles.
En tanto, a todos los acusados se les atribuyen 93 envíos de efedrina que fueron realizados mediante encomiendas enviadas desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
También se les adjudica un intento de enviar dos paquetes de más de 40 kilos de efedrina, cada uno en hormas de zapatos metálicas, que tenían como destino León, en México.
Esta causa se inició el 18 de julio de 2008, cuando en una quinta de Ingeniero Maschwitz se descubrió un laboratorio clandestino, que fue considerado el más importante de América latina, donde se secuestraron 200 kilos de efedrina, la sustancia básica para la fabricación de metanfetaminas.
Por este mismo caso, ocho mexicanos fueron condenados el año pasado a seis años de prisión, pero tras cumplir la mitad de esa pena, en agosto pasado fueron expulsados del país, tal como prevé la ley de Migraciones, y recuperaron la libertad.
También recibieron penas los dueños una farmacia, un empresario y otros dos acusados.
