En la segunda jornada del juicio oral que tiene en el banquillo a un hombre de 46 años como el principal acusado de trata de personas para la explotación sexual de una adolescente de 17 años que captó en Casilda y la obligó a prostituirse en la ciudad de Santa Fe, el fiscal Federico Reynares Solari pidió la pena de 15 años de prisión.
Además, solicitó una condena de 10 años para la pareja que le alquilaba la habitación al tratante para que explotara sexualmente a la víctima. La querella representada por el Centro de Asistencia Judicial a la víctima (CAJ) del Ministerio de Justicia provincial realizó los mismos pedidos de prisión que la Fiscalía. Reynares también ordenó que una nueva investigación contra el principal acusado por el delito de abuso sexual y pidió una indemnización para la adolescente de 200 mil pesos.
El debate oral donde se ventila un caso de trata de personas de una adolescente ocurrida entre diciembre de 2013 y enero de 2014 comenzó a las 9 de este lunes ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 3 (TOF3) de Rosario, integrado por los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez y Ricardo Vázquez.
Este martes, el fiscal federal Reynares Solari y la querella representada por el CAJ dieron sus alegatos de clausura donde solicitaron para Orlando Mario Heredia, de 46, la pena de 15 años por considerarlo coautor del delito de trata de personas con fines de explotación sexual, en su modalidad de captación, traslado y acogimiento, agravado por haber mediado engaño, violencia, amenazas, abuso de la situación de vulnerabilidad y haber participado en el hecho tres personas o más personas, respecto de una menor de 18 años a la época del hecho.
En tanto, para Raquel Beatriz Escalante, de 58, y su pareja Miguel Ángel Martínez, de 61, pidieron 10 años de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, en su modalidad de acogimiento, agravado por haber mediado abuso de la situación de vulnerabilidad.
El fiscal federal también pidió que la reparación de los perjuicios ocasionados a Jota a través de una indemnización de 200 mil pesos que estará a cargo de los tres acusados.
En su alegato, Reynares también indicó el decomiso del inmueble de Aguado 6889 donde era llevada la adolescente para explotarla y envió las actuaciones que surgieron a lo largo del debate para que se investigara la presunta comisión del delito de abuso sexual cometido por Heredia contra Jota.
El juicio continuará este miércoles a las 9 cuando la defensa de los tres acusados expondrá sus alegatos de clausura y el veredicto de los magistrados del TOF 3 se conocerá el próximo jueves a las 10.
El caso
La captación de Jota ocurrió casi a finales de diciembre de 2013 en la ciudad de Casilda. Ella tenía 17 años y estaba en una situación de vulnerabilidad extrema. Se había peleado con su familia y un día antes de la navidad de 2013 quedó en la calle. Jota conocía al principal imputado Orlando Mario Heredia, de entonces 40 años, desde hacía unos años porque era vecino y éste aprovechó esa situación para acercarse.
Le ofreció irse con él a la ciudad de Santa Fe, le dijo que tenía que hacer unos trámites y también hacer unos trabajos en chapa y pintura por algunos días. Para convencerla, le ofreció trabajar en un bar de unos amigos. Jota aceptó y se fueron en moto. Pararon en la casa de unos familiares de Heredia en barrio Acería, describió la acusación por parte del titular de la Fiscalía Federal 2, Claudio Kishimoto.
A los tres días, empezaron los maltratos verbales y psicológicos para Jota cuando le dijo a Heredia que quería regresar a Casilda porque extrañaba a su hija. En un momento, le dijo que se cambiara que iban a salir y la llevó a una esquina de avenida Blas Parera y la obligó a prostituirse bajo las amenazas de lastimar a pequeña hija. Jota trabajaba de 21 a 3. . Después, la empastillaba y la encerraba en la habitación hasta las 21 del otro día, cuando la sacaba para que fuera a “trabajar”.
En la investigación también quedó plasmado que Heredia estaba siempre con Jota en la esquina y pactaba con los clientes el costo para luego quedarse con el dinero. Para consumar la explotación sexual, Jota tenía que ir a una habitación que Heredia tenía alquilada en una casa de Aguado al 6800.
Los propietarios de esa casa, Raquel Beatriz Escalante, de 58 años, y Miguel Ángel Martínez, de 61, también llegaron a juicio y la acusación señaló que estaban al tanto de que era una menor que era explotada sexualmente, pero aceptaron la situación de trata por un rédito económico.
Jota quería escapar y para ello le pidió ayuda a un “cliente”. Era el 18 de enero de 2014 y la adolescente se encontró con quien la iba a ayudar a viajar a Casilda en un boliche de la capital provincial. Estaban por subirse a la moto para ir a tomar el colectivo cuando apareció Heredia; tenía un cuchillo e intentó atacar al acompañante de la chica. Jota se subió a la moto de Heredia y éste comenzó a perseguir al otro hombre. Para que no le hiciera nada, Jota se tiró del rodado, por lo que desistió de la persecución y volvió para subirla.
Cuando llegaron a la casa, Heredia sometió a Jota a una brutal golpiza que duró hasta el otro día a las 16 cuando quedó dormido y Jota aprovechó para escapar. En la vereda ella preguntó dónde estaba la comisaría más cercana y así como estaba, semidesnuda porque Heredia le había cortado toda la ropa, con toda la cara golpeada, la clavícula quebrada y descalza, corrió lo más rápido que pudo las cuatro cuadras y le contó todo a los policías de la subcomisaría 17ª, indicó la acusación.