David López tiene 30 años y desde ayer es sometido a un juicio oral ante un tribunal pluripersonal compuesto por Gonzalo López Quintana, Juan Carlos Leiva y Delia Paleari por el crimen de Lucas Escalada asesinado de dos disparos en junio de 2014 en la zona oeste. La Fiscalía lo acusó de efectuar un aporte vital como fue la identificación de la víctima para que el agresor le disparara a sangre fría. Por ello solicitó 16 años de prisión, mientras que la defensa sostuvo que la acción que le achaca el acusador no encuadra dentro de un delito penal. A su vez resaltó que el imputado es un testigo ocular del hecho y requirió la absolución. Por su parte el acusado declaró y se desvinculó del crimen. En tanto, el autor de los disparos fue asesinado en enero de 2015 en el mismo lugar que le quitó la vida a Escalada.
El 22 de junio de 2014 Lucas Escalada caminaba con su hermana por calle Felipe Moré y al doblar por Ocampo fue baleado en dos oportunidades y falleció. Según el fiscal Miguel Moreno, la víctima había sido padre recientemente y no tenía problemas con nadie. Pero un incidente con un hermano de Escalada, que ocurrió un día antes, detono la venganza. Tras una discusión, un familiar de la victima le disparó al hermano de Germán C., un sindicado soldadito de un bunker.
Según el fiscal, Germán C. era conocido como un hombre violento y trabajaba en el bunker junto a David López. Moreno sostuvo que Germán G. no sabía quién era la víctima y López tuvo un papel preponderante en el crimen al sindicárselo. Finalmente agregó que el presunto asesino encontró la muerte de la misma manera: “Quien a hierro mata a hierro muerte”, sostuvo el fiscal. Germán C. fue asesinado a balazos el 16 de enero de 2015 en la misma esquina donde mató a Escalante. El fiscal refirió que el imputado conocía cual iba a ser la reacción de su compañero de “trabajo” y solicitó una condena de 16 años de prisión para David López su participación necesaria en el homicidio agravado por el uso de arma de fuego de la víctima a lo que le sumó el delito de portación.
A su turno, la defensa oficial, a cargo de Gonzalo Armas y Nancy Zulli, le dio marco al lugar donde se produjo el hecho, habló de suburbio y el grado de litigiosidad que hay en la zona. Afirmaron que su cliente es un testigo ocular del hecho, pero que para proteger a determinados sujetos, que se encuentran ofrecidos como testigos en el juicio han llevado a López al banquillo. Sostuvo que su pupilo es absolutamente ajeno a los hechos como se cuentan. Armas sostuvo que a partir de la muerte de Germán C. se disparó la detención de López con una información que se tenía 6 meses antes, cuando su pupilo había declarado desde un primer momento.
Posteriormente, López dio su versión de los hechos. Sostuvo que en 2013 conoció a su mamá y se fue a vivir con ella. Esa noche estaba en Felipe Moré y Ocampo con su mujer y unos amigos tomando unas gaseosas cuando pasó la víctima, su hermana y otro muchacho a comprar “porquerías”. Enfrente estaba Germán C. con Eduardo, que es hermano de Junior, quien formaría parte de la gavilla que asola la zona, y estaba todo el tiempo armado. La víctima y sus acompañantes salieron de la vía y en ese momento Eduardo S. le dio un arma a Germán C. y éste último corrió. En eso una persona le gritó que era el hermano del quien baleó a su familiar. La víctima escuchó, se dio vuelta y Germán C. le dijo: “Esto es por mi hermano”, le pegó un tiro en el pecho y después le efectuó otro disparo, sostuvo. López refirió que junto a su pareja se metió en la casa de su vecina y por una cuestión de seguridad, ya que había tiros y corridas todo el tiempo, tras la muerte de Germán C. se fueron a vivir a Bigand donde fue detenido.