Una fiscal de la ciudad de Santa Fe solicitó hoy una pena de 32 años de prisión para un hombre que comenzó a ser juzgado por abusar sexualmente durante cinco años de dos niñas menores de edad que son hijas de su expareja.
La fiscal Celeste Minniti, de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) del Ministerio Público de la Acusación (MPA), sostuvo que el pedido de «pena alta» se basa en distintos factores que se presentaron en el caso.
«Ademas de la multiplicidad de víctimas, no solo se meritúa el tiempo que duraron los abusos, sino otros factores que también repercuten en todo lo que fue la vivencia tan nociva de las niñas», afirmó Minniti en el Palacio de Tribunales.
El acusado, identificado con las iniciales J. A. F. S, de 34 años, comenzó a ser juzgado hoy por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado (por la guarda y convivencia con una menor de edad) en perjuicio de una de las víctimas.
Además, se le endilgó la autoría de promoción a la corrupción de menores agravada (por la guarda, la convivencia y por ser víctima menor de 13 años) en perjuicio de las dos niñas.
El caso es llevado adelante por el tribunal integrado por Leandro Lazzarini (presidente), Sandra Valenti y Rodolfo Mingarini, en tanto acompaña a Minniti la fiscal Alejandra Del Río Ayala.
Los hechos ocurrieron entre 2011 y 2016 y se acusa a J. A. F. S.de «de haber abusado de dos niñas menores de edad, ambas hijas de su expareja”.
Del Río Ayala indicó que «los delitos fueron perpetrados en ocasiones en las que la madre de las víctimas se iba a trabajar y las niñas quedaban a cargo del acusado».
«Se trata de niñas pequeñas y que tienen una diferencia de edad considerable con el acusado. Estas particularidades, sumadas a la modalidad y duración en el tiempo, son perfectamente idóneos para adelantar el desarrollo normal, libre y progresivo de la sexualidad de las menores», añadió Minniti.
Para las fiscales, la pena de 32 años de prisión «es proporcional a la culpabilidad del acusado y a los hechos, que son de los más aberrantes que se pueden cometer contra niños, niñas y adolescentes».
«A esto se suma la violencia desplegada sobre todo el grupo familiar, el aprovechamiento de quedar a cargo del cuidado de las menores y el daño ocasionado a las víctimas, quienes cargarán con el padecimiento producto del sometimiento a lo largo de su vida”, concluyeron.
El juicio comenzó este jueves con los alegatos de apertura de las partes, tras lo cual iniciaban las declaraciones testimoniales, que continuarán el viernes.
El próximo lunes tendrán lugar los alegatos de clausura y la sentencia, que será leída el miércoles desde las 16.