La audiencia preliminar de juicio contra el ex fiscal rosarino Fernando Martín Rodrigo, acusado de ordenar escuchas ilegales camufladas en investigaciones penales para espiar a su ex pareja y su entorno familiar, pasó a un cuarto intermedio hasta la semana próxima. Enfrenta un pedido a 5 años de prisión e inhabilitación perpetua.
Las maniobras fueron advertidas a mediados de 2017 por un empleado del funcionario denunciado cuando ocupaba el cargo de jefe de la Unidad de Investigación y Juicio de la Fiscalía de Rosario. Por su función logró que distintos jueces de turno firmaran intervenciones de 12 teléfonos entre 2016 y 2017 cuyos usuarios eran su ex novia, sus padres, hermanos y amistades. Tres de las víctimas eran abogadas y dos habían trabajado con él en la Fiscalía.
Tras el escándalo, Rodrigo primero tramitó una licencia psiquiátrica, luego fue suspendido y finalmente presentó su renuncia.
Acorralado por una investigación, renunció el fiscal Fernando Rodrigo
Luego, la causa quedó demorada durante dos años por una disputa de jurisdicción entre la Justicia provincial y federal. Una vez que se determinó que incurrió en delitos de competencia ordinaria, el ex fiscal fue imputado recién en agosto de 2019. Luego, a la Justicia santafesina le llevó otros dos años llegar a una audiencia preliminar (previa al juicio oral), hasta este martes a las 9 que comenzó el debate en el Centro de Justicia Penal de Rosario ante el juez Pablo Pinto.
La Justicia provincial deberá continuar la investigación penal contra el ex fiscal Fernando Rodrigo
La fiscal del caso Natalia Benvenutto le endilgó los delitos de peculado de trabajos y servicios públicos, un delito contra la administración pública. Además lo imputó por falsedad ideológica y uso de documento público, todo agravado por su condición de funcionario. Por esos hechos pidió en agosto pasado una condena a 5 años de prisión y la inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos en todo el país, acusación que repitió en la audiencia preliminar de juicio.
Durante los cinco años que pasaron desde la escandalosa denuncia, Rodrigo concursó para ocupar una vacante como fiscal federal en la localidad santacruceña de Río Gallegos y quedó en la terna aspiracional.
En la imputación, Benvenutto acusó al ex jefe de fiscales de haber confeccionado cinco solicitudes de interceptación de comunicaciones telefónicas y mensajes de texto respecto a 12 números telefónicos, durante agosto de 2016 y julio de 2017.
Imputaron a un ex fiscal que usaba el aparato estatal para escuchar a su ex
Para lograrlo, la fiscal dijo que Fernando Rodrigo “argumentó que las solicitudes serían útiles para investigar sospechosos dentro de investigaciones a su cargo, siendo este argumento falso”.
De esa manera, los jueces que autorizaron esas escuchas desconocían que las personas «pinchadas» no tenían vínculo alguno con las causas penales a cargo de Rodrigo, sino que pertenecían al círculo íntimo del entonces fiscal.
Esas escuchas que ocuparon más de 180 CDs fueron retiradas personalmente por Rodrigo en la sede local de la Dirección Nacional de Captación de Escuchas, según la acusación en su contra, cuya audiencia previa al juicio oral y público proseguirá el próximo miércoles 30.