Tras explicar detalladamente que se trata de una acepción ofensiva, que define en términos peyorativos y discriminatorios a una comunidad de identidad religiosa y advertir que no refleja el uso del lenguaje actual en la comunidad hispanohablante, la comunidad judía le solicitó a la RAE que las acepciones de la palabra estén vinculadas al uso que le da la sociedad, donde «prima el respeto y la promoción de la diversidad y multiculturalidad».
El abogado Borja Luján Lago, representante legal de la comunidad judía en la iniciativa, advirtió tras la presentación que «los diccionarios tienen la tarea de reflejar el uso y la evolución del lenguaje, y su contenido se basa en criterios lingüísticos y académicos».
«En un contexto en el que la sociedad española e iberoamericana es cada vez más sensible a las diversas identidades y que la falta de respeto para definir a colectivos está mayoritariamente rechazada por nuestra sociedad, creemos que estas acepciones deberían actualizarse para reflejar correctamente el uso del idioma en nuestros días», sostuvo y aclaró que las definiciones del diccionario reflejan el uso del lenguaje y no promueven por sí mismas una conducta de odio, pero deberían corregirse por resultar totalmente anacrónicas al siglo XXI.
La iniciativa nació en la Comunidad Judía de Panamá pero cuenta con el apoyo de toda la comunidad judía hispanoparlante, representada por diversas organizaciones que firmaron la solicitud en España y América latina.
El escrito presentado en el Registro de la RAE solicita, además, y por los mismos motivos, la supresión completa de la entrada “Judiada”, que se define como “mala pasada o acción que perjudica a alguien”.