Horacio Ramos tiene 53 años y es herrero. Este lunes llegó a Plaza Congreso junto a sus compañeros de una cooperativa de la zona sur para manifestarse en contra de la reforma previsional. A las cuatro de la tarde comenzó la represión. Él estaba por Hipólito Yrigoyen y Solís: recibió un impacto de bala en el ojo derecho. Por la gravedad de la herida, los médicos no saben si es un proyectil de goma o de plomo. Perdió la vista y ahora esperan para volver a operarlo y sacar la bala de la cabeza.
“Estamos intentando reconstruir lo que pasó, él entró en prequirúrgico y pudo contarnos poco”, contó a Cosecha Roja su hija Ayelén. Saben que Horacio corrió a ciegas por la plaza y llegó hasta una carpa del SAME. Iba tapandose la cara con las manos para que no lo tomaran las cámaras de televisión. “Tengo un hermano más chico y mi papá tenía miedo de que lo viera desangrandose por tele”, dijo Ayelén.
En la carpa no lo atendieron. En vez de un médico, encontró más policías que lo golpearon. Tiene moretones en brazos y piernas. Una chica de la defensoría del pueblo logró sacarlo de ahí.
Las primeras curaciones las hizo un médico en medio de la plaza. Le limpió la herida y lo llevaron hasta la Universidad de las Madres. Adentro había decenas de heridos, pero por la gravedad necesitaban llevarlo hasta un hospital.
Entre varios intentaron llegar a una ambulancia que estaba a la vuelta. No pudieron sacarlo por los gases y las balas de goma. “La Defensoría del pueblo consiguió otra ambulancia y lo llevaron para el Santa Lucía. La visión ya la perdió. Ahora lo que intentan es que no pierda el globo del ojo”, dijo la hija.
Junto a su familia piden ayuda para conseguir fotos y videos del momento que lo balearon para presentar ante la justicia. Si tenés alguna imágen enviala a ayus92@hotmail.com. (Fuente Cosecha Roja)