Aaron y Brandon son mellizos. Nacieron hace nueve años en el Sanatorio Delta de Rosario. Fue un parto prematuro, a la semana 26 y 28 de gestación. Estuvieron dos meses en neonatología y Brandon, que era el más grande, pudo completar su desarrollo sin secuelas. Aaron no. Sufrió retinopatía del prematuro grado 3 que lo dejó ciego. Sus padres consultaron a varios médicos con un solo diagnóstico: no había tratamiento posible. Igual siguieron investigando y dieron con un instituto de China que usa una técnica de incorporación de células madre para regenerar la retina. Se contactaron y les dieron una fecha para recibirlos. Tienen cita para el 9 de septiembre, pero no el dinero para viajar y costear el tratamiento. Necesitan 50 mil dólares y piden la solidaridad de los ciudadanos.
El papá de Aaron, Leandro, le contó a El Ciudadano que el chico pasó sus primeros dos meses de vida en sala de neonatología. Pesaba un poco más que un kilo al nacer y algunos de sus órganos no habían madurado. Lo operaron con una técnica láser para solucionar el problema de su visión, pero no dio resultado. “En estos nueve años investigamos mucho, fuimos a un montón de médicos en la ciudad y en Buenos Aires. Hace poco, y por medio de una publicación de Facebook, descubrimos el tratamiento en China. Conocimos la historia de Ezequiel Farías, que recuperó el 50 por ciento de su visión y ahora usa lentes, y el de un montón de chicos más del país que acudieron a esta clínica por diferentes patologías”, explicó y completó: “Se trata de la implantación de células madre. Se las insertan a través de la médula ósea. No les tocan sus ojos. La idea es que las células viajan a través del nervio óptico hasta la retina y la regeneran”.
Este lunes desde la Wu Medical Center de Beijing les dijeron que aceptaban tratar a Aaron luego de ver la historia clínica que les habían enviado. Este jueves les dieron la cita: 9 de septiembre. El tratamiento, les explicaron, lleva dos semanas. En cada una le insertan células madres en la médula ósea. El procedimiento continúa fuera de la clínica durante otros seis meses con medicinas naturales. Leandro confía en que con esa técnica su hijo puede recuperarse.
La familia de Aaron la completa Mirena, su madre, y otro hermano de cinco años. Viven en la zona sur, desde donde piensan cómo juntar dinero para costear el viaje y el tratamiento: rifas, polladas o un bingo. Deben reunir 50 mil dólares y, en ese camino, crearon el perfil de Facebook llamado Abramos los Corazones por una luz para Aaron. Allí publicaron el número de cuenta bancaria para quienes quieran hacer una donación.
Las células madre tienen la información genética para convertirse en muchos tipos de células del organismo. En el Wu Medical Center ofrecen un tratamiento que, aseguran, aprovecha esa capacidad pero que no está aprobado en la Argentina. La técnica carga con los reparos de buena parte de la comunidad científica, pero ofrece una salida a los padres de Aaron. “El tratamiento permitirá recuperar un 50 por ciento de la visión. Es un montón y él podrá ver por primera vez”, explicó Leandro.