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Piden de 11 a 20 años de prisión a los acusados de los delitos de lesa humanidad

Sobre los siete acusados de delitos durante la última dictadura militar, cinco cumplirían la pena en prisión. Los dos ex policías esperarán hasta este martes para saber el alegato.

juiciodentroLa querella unificada del juicio oral que se sustancia en Santa Fe contra siete represores de la ciudad de Reconquista solicitó hoy en su alegato penas que van  desde los 11 a los 20 años de prisión para cinco de los acusados de  haber cometido delitos de lesa humanidad durante la última  dictadura cívico militar.

Los abogados Lucila Puyol e Iván Bordón pidieron 20 años de  prisión para Danielo Sambuelli y 19 años para Jorge Alberto  Benítez, ambos oficiales retirados de la Fuerza Aérea; además  solicitaron 15 años de cárcel para Carlos Nickish, y 11 años para Horacio Machuca y Arnaldo Neumann, los tres ex policías.

En tanto, la querella no realizó imputación contra los ex policías Eduardo Luque y Rubén Molina, instancia que quedará a  cargo de la Fiscalía, cuyo alegato será ofrecido mañana.

Sobre los siete acusados pesan cargos por «privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados», pero Sambuelli, Molina, Neumann y Machuca también son acusados por violaciones reiteradas en perjuicio de una adolescente que cumplió 17 años  mientras estaba detenida ilegalmente.

La causa es llevada adelante por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces José María Escobar Cello, María Ivon Vella y Otmar Paulucci.

El juicio es conocido como Causa 050 y mediante decenas de testimonios sacó a la luz el accionar ilegal desarrollado en la III Brigada Aérea de Reconquista, que según la querella fue el epicentro del terrorismo de Estado en el norte de la provincia de Santa Fe.

La primera parte del alegato estuvo a cargo de la abogada  Lucila Puyol, quien enmarcó los delitos de lesa humanidad cometidos  en la ciudad de Reconquista y todo el norte de Santa Fe en el terrorismo de Estado instaurado en el país por la última dictadura cívico-militar.

El tramo más impactante refirió a los abusos y violaciones que tuvieron por víctimas a mujeres. De hecho, este juicio es el primero en el ámbito de la  provincia de Santa Fe y Segundo en el país que juzga como de lesa  humanidad a los delitos sexuales.

Puyol se refirió en primer término a lo sufrido por Elvira Dieringer, quien durante el juicio contó que al ser detenida a  finales de 1976 su hijo mayor era lactante y que los represores  utilizaron esa circunstancia para torturarla en los pechos, entre otros tormentos.

Luego, la abogada hizo mención al testimonio de Griselda  Pratto, quien cuando tenía 16 años estuvo cautiva en manos de los  acusados durante 49 días y fue objeto de violaciones reiteradas y sometida a los más cruentos vejámenes. Pratto identificó a sus atacantes, entre ellos a Sambuelli y  a Nickisch.

En su relato ante el tribunal, la mujer contó cómo la torturaron con picana en la vagina, en los pechos y las axilas, y cómo la violaron un cabo de apellido Estofaretti, que no está imputado en la causa, además de Sambuelli, Nickisch y Neumann.

«Las violaciones fueron por todos lados. Jugaban con mi  cuerpo. Tenía que tomar el semen de cada uno de ellos. Después, me  llevaron al baño, donde había materia fecal en el inodoro, me  metieron la cabeza dentro del inodoro y me hicieron comer la  materia fecal. No podía evitarlo. No tenía más fuerzas», relató Pratto.

Puyol vinculó las operaciones de los represores de  Reconquista con las ventiladas en el juicio que llevó a la cárcel  al ex juez federal Víctor Brusa, el primero en su tipo en Santa Fe.

Por su parte, el querellante Iván Bordón hizo referencia durante su alegato a los testimonios que permitieron conocer la manera en que actuaban los represores y el recorrido al que fueron sometidas las víctimas tanto en Reconquista como en Santa Fe y la  cárcel de Coronda.

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