Familiares de víctimas de dos femicidios se manifestaron este miércoles en la puerta de los Tribunales provinciales de Balcarce y Pellegrini. Piden que la investigación por la muerte de Celeste Encina y Jéssica Olivera avance y que la fiscal Marisol Fabbro los reciba.
Alrededor de las 4.20 del domingo 15 de abril, Jésica y su pareja Juan Emanuel Saucedo discutían a la salida de una fiesta en Sánchez de Loria al 1300 bis. El hombre la agarró a trompadas en la calle, luego sacó una cuchilla, tipo carnicero, y la apuñaló. Un corte en la pierna le afectó una arteria y la llevó a la muerte. El fue a la vista de los vecinos, que llamaron al 911.
Jésica quedó tendida en la calle y el agresor intentó disimular su autoría mientras le pregunta “¿qué te pasó?, ¿quién te hizo esto?”, explicó una fuente del caso. El hombre, que cuenta con una condena previa, fue detenido en el lugar por el personal policial.
Un día después del crimen, el fiscal Florentino Malaponte destacó la presencia de testigos en el lugar que corroboraron esa descripción de los hechos. En la audiencia fijada para la tarde de este jueves, el funcionario judicial irá por la máxima calificación: femicidio. Explicó que se reunió con la familia y que, si bien no hay denuncias radicadas por la víctima, sí existieron actos violentos verificables contra ella, lo que derivó en su remisión a hospitales. Malaponte adelantó que buscarán esas historias clínicas y, aunque no las encuentren, la calificación que pedirán será la más grave: “Está claro que es un femicidio y hay una agresión brutal. Primero los golpes, después las heridas con el arma blanca. Todo a los ojos de los vecinos que estaban en el lugar”, justificó.
Jésica era madre de tres hijos. El último, fruto de su relación con el agresor. Tenía 5 trabajos, limpiaba en casas de otras familias para mantener a la suya. La violencia también era otra constante en su vida. Hasta tuvo que ir a vivir a la casa de una amiga durante un mes luego de que su pareja, en uno de sus ataques de ira, le desfigurara la cara a golpes. La Fiscalía agregó que, como consecuencia de otra de las golpizas, perdió un embarazo.
Las hermanas de Jésica pidieron justicia, de nuevo, este miércoles. “No nos están dando respuesta. El caso lo tiene la fiscal Fabbro y no nos atiende”, sostuvo una de las mujeres.
María Celeste
María Celeste Encina murió el sábado 28 de abril con un tercio del cuerpo quemado. La mujer de 31 años había llegado tres días antes al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con su pareja Ezequiel Juan, de 25 años. Los dos quedaron internados. Ella estaba inconsciente, tenía la garganta y el pecho quemados.
También tenía heridas en la panza, la espalda, el pecho, el cuello, la cara y el brazo derecho. Él tenía lesiones en las palmas de las manos y después de unas curaciones quedó detenido por orden del juez Hernán Postman. El fiscal Emiliano Ehret lo imputó por tentativa de homicidio calificado por situación de pareja. La causa pasó a la fiscal Marisol Fabbro de la unidad de Homicidios Dolosos que ordenó una autopsia y en la semana volverá a imputar al joven.
“La familia de María Celeste está destrozada. El hombre dejó a cinco hijos sin su mamá. Nadie imaginó que esto iba a pasar. La familia no sabía nada. Ahora esperan a la justicia divina”, dijo Alejandra, una amiga de la víctima a El Ciudadano.
María Celeste tenía cinco hijos, de entre 6 y 15 años. Vivía del cirujeo con Ezequiel, la pareja con la que convivía desde hacía dos años. Lo conoció después de separarse del padre de sus hijos, y al poco tiempo él se mudó a la casa de ella.
La pareja discutió porque María Celeste quería terminar la relación. Ezequiel la llevó a la pieza y le dijo a los chicos que no entraran. El nene de 8 años escuchó gritos y vio que su mamá entraba al baño cubierta de llamas. Cuando intentó tirarse agua, ella se desmayó. Ezequiel salió a la calle a pedir ayuda, frenó un auto de un vecino y se subió. La hija de 13 años y la prima le sacaron la ropa quemada y la subieron al auto. Antes de arrancar para el Heca, Ezequiel les dijo: “Limpien la casa y no digan nada a nadie”. Las chicas avisaron a los hermanos de María Celeste y fueron a hacer la denuncia a la comisaría 19a.
La mujer entró al Heca con quemaduras en el 30 por ciento del cuerpo. El fuego le alcanzó la garganta y no pudo respirar más que con asistencia de una máquina. Ezequiel también quedó internado. Entrevistado por la Policía, dijo que quiso impedir el avance de las llamas.
Los testimonios de familiares y amigos de María Celeste pusieron en evidencia que no era la primera situación violenta en la casa. La hija de 13 años declaró ante el fiscal y dijo que Ezequiel le pegaba a la madre hasta desmayarla. También contó que él usaba una botellita de alcohol para despertarla.
Para Alejandra, María Celeste era otra cuando estaba con Ezequiel. “No hablaba. No saludaba. Agachaba la cabeza. Cuando estaba sola era otra persona: sonreía, hablaba y se quedaba tomando mates. Era sencilla y simpática, pero él la controlaba”, contó.
“Yo quiero justicia por mi hija, ella dejó cinco chicos, ella los amaba. No tengo palabras”, dijo la mamá de María Celeste.
En el caso de ambas víctimas explicaron que los familiares necesitan asistencia, que la Justicia les explique qué está haciendo, pero no los atienden. En el caso de María Celeste, la familia reclama atención para los hijos de la víctima que presenciaron la terrible agresión a su madre.