Están en estudio en la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal dos proyectos que buscan “flexibilizar” los requisitos para los estudiantes de enseñanza superior y así puedan acceder al medio boleto, al que numerosos alumnos consultados por El Ciudadano consideraron como “inalcanzable”. Algunos sostuvieron que las exigencias académicas son “discriminatorias” si se tiene en cuenta que, por ejemplo, a un universitario le alcanza con dos materias aprobadas sobre seis, del período académico anterior, para obtener la franquicia, mientras que los terciarios deben tener el ciento por ciento de asignaturas aprobadas para tramitar el beneficio.
La polémica sobre el alcance de las franquicias para quienes cursan el nivel superior no es nueva. De hecho, el planteo surgió inmediatamente después de aprobarse la ordenanza, en 2014. En la ocasión, la autora de la iniciativa, la radical María Eugenia Schmuck, señaló que el beneficio “alcanzaría a unos 10 mil alumnos”, cifra que representa actualmente menos del 3 por ciento del total del estudiantado de la ciudad si se tiene en cuenta que, solamente para el primer año del ciclo 2016 de la Facultad de Medicina, se inscribieron 6 mil estudiantes.
Las iniciativas presentadas en la mesa de trabajo del Palacio Vasallo pertenecen a Marina Magnani, del Frente para la Victoria (FPV), y Celeste Lepratti, del Frente Social y Popular (FSyP). Los dos proyectos, que posiblemente se fundan en un solo texto en caso de que se destrabe su discusión en Servicios Públicos, tienen concordancias tanto en los planteos como en sus objetivos: introducir modificaciones a los requisitos que pide el Ejecutivo para que los alumnos del nivel terciario gocen de la franquicia.
Para Magnani, “el régimen para acceder a los beneficios, también algunos de los requisitos, tanto académicos como económicos expuestos en la ordenanza regulatoria 9259/14, resultan excluyentes para algunos, teniendo en cuenta que el medio boleto estudiantil significa una herramienta de inclusión que permite a muchos jóvenes incorporarse o permanecer en el sistema educativo”.
En cuanto a los requisitos académicos, la concejala del FPV sostuvo que hay una marcada inequidad entre los terciarios y universitarios, “sobre todo si se tiene en cuenta que hay quienes dividen su tiempo entre estudio y trabajo, lo que no les permite aprobar todas las materias”.
Magnani también incluye en su proyecto que se acorten las distancias establecidas entre el domicilio y el lugar de estudio. “Hubo un concejal que al escuchar mi pedido criticó: ‘¿Siete cuadras?, parece que los chicos no quieren caminar’, cuando creo que no es así porque hay cuadras y cuadras: no es lo mismo caminar a las diez de la noche a la salida del Olga Cosettini, en Sarmiento y Rueda o por Dante Alighieri (parque Independencia), en donde pueden quedar expuestos a que los ataquen o roben”, expresó.
Por su parte, Lepratti propone que los universitarios cuenten con una materia aprobada para acceder al beneficio y que los terciarios hayan rendido bien dos asignaturas finales.
Un reclamo generalizado
El jueves pasado, en una acción sin precedentes en la ciudad, estudiantes secundarios, universitarios y terciarios marcharon juntos en defensa de la educación pública. En la ocasión, El Ciudadano recogió testimonios de numerosos alumnos que pedían por más igualdad en las exigencias para obtener el medio boleto.
“El régimen de cursado que tiene el terciario hace posible que se de la situación de tener diez materias por año y que se recursen dos, lo que no implica que uno sea un mal alumno o que deje de ser un alumno regular. Creo que hay un criterio de discriminación en ese sentido”, dijo Mariana Esquivel, estudiante del profesorado de Geografía en el Instituto Superior Nº 16. “Dr. Bernardo A. Houssay”.
Otra postura similar esbozó Lucas Losa, alumno del Profesorado de Educación Primaria en el Normal Nº 1. “Parece que el gobierno busca que la gente no pueda estudiar para que no pueda pensar. Justamente, la desigualdad entre terciarios y universitarios para acceder al medio boleto, es parte de una política que pone cada vez más trabas para quienes nos decidimos a seguir una carrera”, sentenció.
Facundo Martínez, estudiante de Periodismo, aseguró que en la comisión que cursa, del Instituto Superior de Educación Técnica Nº 18, “nadie puedo acceder al medio boleto”. De hecho, el joven fue uno de los que se movilizó hacia el Concejo hace un mes, en el marco del aumento del boleto, para plantearles a los ediles el reclamo de los alumnos de nivel terciario.
Desde el Ejecutivo, la secretaria de Transporte y Movilidad, Mónica Alvarado, se comprometió ante este diario a brindar en lo inmediato datos concernientes a la cantidad de franquicias entregadas a estudiantes universitarios y terciarios durante 2015 y las solicitudes recibidas en lo que va del año.
Las exigencias para acceder al descuento
De acuerdo con la ordenanza 9259, aprobada a mediados de agosto de 2014, los estudiantes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), institutos terciarios públicos y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) son potenciales beneficiarios del 50 por ciento de descuento en el boleto del transporte urbano de pasajeros.
El trámite en sí es sencillo y puede hacerse online, aunque no es eso lo que los alumnos del nivel superior ponen en discusión, sino que reniegan de algunos de los requisitos que se les solicita.
Las exigencias para obtener la franquicia, tal como figura en el sitio web de la Municipalidad de Rosario, son las siguientes:
n Para alumnos universitarios: haber aprobado al menos dos materias en el año calendario anterior.
n Para alumnos terciarios: haber aprobado la totalidad de las materias en el año académico anterior.
n Para ingresantes 2016: haber finalizado el nivel medio.
n No poseer sanciones disciplinarias durante el cursado de la carrera.
n No poseer título universitario o terciario.
n Residir en Rosario, a más de 10 cuadras si el cursado se realiza en la Ciudad Universitaria de Rosario (CUR), y a más de 15 para otros establecimientos educativos.
n Para alumnos que cursen carreras de la UNR en establecimientos educativos fuera de Rosario, deberán residir en la localidad de Rosario a más de 15 cuadras respecto al enlace interurbano.
n Declarar ingresos y patrimonio familiar, los cuales no deberán superar los 13.162 pesos cuando el grupo esté compuesto por uno o dos integrantes y los 26.324 pesos cuando sea de más de tres personas, incluido el solicitante.