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Piden investigar a Zitelli, “el capellán de Feced”

Organismos de derechos humanos harán hoy una presentación en el marco de la causa Díaz Bessone.

Organismos de derechos humanos realizarán hoy una presentación en el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario, en bulevar Oroño al 900, para que se investigue el accionar del actual monseñor de Casilda Eugenio Segundo Zitelli durante la última dictadura, cuando fue capellán de la Policía de Rosario con sede en el Servicio de Informaciones de Dorrego y San Lorenzo, que funcionó como centro clandestino de detención de personas durante el terrorismo de Estado de 1976. La presentación judicial se hace en el marco del juicio que se sigue a seis imputados de cometer delitos de lesa humanidad en los años de plomo, investigados en la causa Díaz Bessone.

Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Unidos por la Memoria Ante el Olvido (Umano) y la APDH presentarán hoy, a las 11, una denuncia ante la Fiscalía de la causa Díaz Bessone por considerar que resulta “impostergable que la Justicia eche luz sobre las complicidades eclesiales en el genocidio argentino”.

“Zitelli, en función de capellán de la Policía rosarina, habría participado de misas, confesiones y entrevistas con los detenidos del Servicio de Informaciones, lo que resultaría una pieza más del funcionamiento y sostén del mecanismo represivo existente en ese lugar. Zitelli fue capellán de la Policía de Feced”, indicó Gabriela Durruty, abogada de Familiares, en referencia al jefe de la Policía rosarina, el ex comandante de Gendarmería ya fallecido Agustín Feced. 

Según la letrada, “la presentación es para poner a consideración de la Fiscalía si le pide al tribunal que cite a declaración indagatoria al cura Zitelli en el marco de la ex megacausa Feced, hoy Díaz Bessone, ya que hay varios testimonios de sobrevivientes de la represión ilegal en la región que dicen haberlo visto deambular por el Servicio de Informaciones, motivo suficiente para investigarlo”. Durruty recordó que Zitelli “actualmente es monseñor y se desempeña como cura párroco de la iglesia San Pedro Apóstol de la ciudad de Casilda, oficiando misas, comuniones, bautismos, casamientos y participando de actos públicos como representante de la Iglesia”.

María Inés Luchetti de Bettanín, ex detenida en el Servicio de Informaciones de la Jefatura de la Policía rosarina, declaró en 1984 ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas que durante su cautiverio el cura Zitelli le dijo que “usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener información política”. Su testimonio es uno de los que más compromete al presbítero.

Zitelli fue capellán de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario desde 1964 hasta finales de la última dictadura, en 1983. Ese año el padre Zitelli regresó a Casilda, su ciudad natal, donde hoy está al frente de la iglesia San Pedro Apóstol. El testimonio de María Inés Luchetti de Bettanín no es el único que menciona al cura Zitelli, ya que en varias declaraciones actuales de víctimas del terrorismo de Estado que se sumaron a la causa Díaz Bessone le imputan haber estado en el centro clandestino de detención que funcionó donde hoy está la sede local de la Gobernación de la provincia.

Zitelli participó el 25 de mayo pasado de un acto público por los festejos del Bicentenario en Casilda. Su reaparición generó el repudio de organismos de derechos humanos que lo señalan como “cómplice de la dictadura”. Un día antes de ese acto, el cura Zitelli ofició misa en la Escuela Agrotécnica que la Universidad Nacional de Rosario en Casilda, con motivo de las celebraciones por el día de María Auxiliadora, la patrona del agro. Esta aparición motivó el repudio de las autoridades de la UNR, del grupo Umano de Casilda y de varios vecinos de esa ciudad.

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