Santiago Rey / En Estos Días
En una medida insólita y que podría cambiar el rumbo de la investigación, el Juez Federal subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva, requirió a la Gendarmería la realización de una pericia para comparar la bala extraída del cuerpo de Rafael Nahuel con los proyectiles testigos de las armas de dos integrantes del grupo Albatros. Se trata del Cabo Primero Francisco Javier Pintos y el Cabo Segundo Juan Ramós Obregón.
Con esta medida, el magistrado pone en duda el resultado de la pericia realizada por expertos -incluso con la participación de un perito del propio Juzgado- y que arrojó como resultado indubitable que la bala que mató a Nahuel salió del subfusil MP5 del Cabo Primero Pintos, identificada con el número de serie 05—C335508.
Desde la confirmación de la procedencia del disparo mortal, la estrategia de la defensa de Pintos (expresada durante la indagatoria del pasado 5 de junio) y del resto de los miembros de la Prefectura que prestaron declaración testimonial, fue asegurar que ese subfusil MP5 no estuvo en el lugar de los hechos. Es decir, que Pintos no subió a la comunidad mapuche con esa arma.
Así, la prueba central sobre su posible responsabilidad en el hecho, quedaría cuestionada.
Lo que en el expediente Pintos y el resto de los Albatros no pudieron explicar es el faltante de 50 proyectiles de los cargadores del MP5 serie 05—C335508. El Cabo Primero dijo “no recordar“ si los “descartó” en la corrida montaña abajo, o si se le cayeron. El otro punto del relato que pretende llevar confusión a la causa, consiste en asegurar que el único que llevó su MP5 territorio adentro fue Obregón. Y que “sólo un número” de la serie de esa arma -05—C335528- difiere del subfusil de Pintos.
Lo cierto es que para el Juez esa estrategia defensiva fue suficiente como para poner el duda el resultado de la pericia. Así lo expresa en su resolución, a la que accedió En estos días: “En atención a lo manifestado en declaración indagatoria por Francisco Javier Pintos, y en audiencia testimonial por (los Albatros) Pablo Rubén Berra y Francisco Antonio Lezcano”, encomendó a la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional que practique “una experticia tendiente a determinar si el proyectil recuperado del cuerpo del occiso corresponde al subfusil MP5 serie 05—C335508 (entregado por el cabo primero Francisco Javier Pintos) o al subfusil MP5 serie 05— C335528 (entregado por el cabo segundo Juan Ramón Obregón)”.
El magistrado tomó la decisión sin otra motivación que las declaraciones de los uniformados.
Para la comparación de los proyectiles, Villanueva habilitó el uso de “los testigos de proyectil y vaina oportunamente obtenidos por orden de este Tribunal”, es decir los proyectiles logrados durante la primera pericia. Pero señaló que “en caso de resultar estrictamente necesario, la repartición podrá tomar de cada arma -con la munición utilizada por la fuerza, Prefectura Naval Argentina-, testigos de proyectil y vaina indubitados, para luego realizar la identificación del proyectil y vaina dubitados”.
Es decir, que bajo la tutela de la Gendarmería -es decir otra fuerza de seguridad, como Prefectura- se podrían disparar nuevamente las armas de Pintos y Obregón para obtener proyectiles testigos y así realizar la comparación con la bala extraída del cuerpo de Rafael.
De esta forma, Villanueva prepara el terreno para un posible cambio en la orientación de la investigación. A pesar del profesionalismo de quienes actuaron en la pericia -Roberto A. Nigris y Karina N. Uribe por la Justicia, y Silvia Bufalini por la querella-, el Juez encomienda a una fuerza de seguridad una nueva medida, similar a la ya realizada.
Llamativo es que en aquella primera pericia que determinó la procedencia del disparo mortal, la Prefectura no presentó peritos, lo cual permite sospechar la intención inicial de embarrar la cancha en el expediente. En cambio, Villanueva ahora autorizó la presencia de dos profesionales, en representación de las defensas de Pintos y Obregón. Es decir que, con posterioridad de la indagatoria y las testimoniales, el Juez le permite a la defensa de los Albatros volver a realizar una pericia clave. En cambio, aún no es posible saber si la querella -que recientemente volvió a asumir la abogada Natalia Araya- podrá presentar peritos para la diligencia.