Karen Trejo y Martín Cardozo comenzaron a ser juzgados este lunes por el crimen de Horacio Colberg, un remisero que fue asesinado en mayo de 2016 durante un robo en Villa Gobernador Gálvez. El tribunal a cargo del debate está integrado por los jueces de primera instancia Isabel Mas Varela, Rodolfo Zvala y Pablo Lanzon.
El fiscal Florentino Malaponte acusó Cardozo –quien tiene antecedentes por abuso de armas– y a Trejo de homicidio criminis causa –asesinato cometido para ocultar otro delito–, robo calificado por uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, todos ellos en concurso real entre sí y en calidad de coautores. El funcionario solicitó la pena de prisión perpetua.
Malaponte acusó a la pareja por el hecho ocurrido el 20 de mayo de 2016, a la 1 de la madrugada. En la primera audiencia en la que los acusados recibieron la imputación se pudo conocer la mecánica del hecho. Trejo pidió un remís “con un plan criminal” junto con su pareja al domicilio de Ayacucho 6173, en Rosario, para dirigirse hasta José Ingenieros y San Luis, en Villa Gobernador Gálvez, donde se presume que con intenciones de robo le dispararon en la cabeza y lo tiraron desde el auto, llevándose el vehículo, un Chevrolet Corsa de color gris y un celular, entre otras pertenencias.
Según consta en la investigación, existe una llamada con una voz femenina que pide el remís y dice llamarse Romina. También se ratificó que Colberg fue hallado gravemente herido en el lugar donde debía dejar al viaje.
El 911 recibió a la 1.21 un llamado en el que una vecina de San Luis y José Ingenieros dijo que en la puerta de su casa había un hombre tirado, que no se animaba a salir, que escuchó un disparo y le pareció escuchar un auto. Esa misma noche personal de Fiscalía fue hasta la dirección donde supuestamente tomaron el servicio y se encontraron con que era inexistente.
Uno de los hijos de la víctima contó que durante una de las protestas otros remiseros le dijeron que no era la primera vez que pedían un remís desde esa dirección (Ayacucho 6173) pero que salían del 6175 y los robaban. Otros de los hijos sostuvo que dos personas de Villa Gobernador Gálvez le dijeron que vieron a su padre aquella noche “con Karen en el asiento delantero y Martincito (sic) en el trasero”.
Durante una de las protestas murió Franco Monzón, de 19 años, quien fue atropellado por una camioneta. Era amigo de un hijo de la víctima y hacía changas lavando autos.
Con estos datos la Fiscalía solicitó un allanamiento en Ayacucho 6175 y luego, cuando ubicaron el inmueble de los sospechosos, requirieron una nueva orden. En ese momento ingresaba Trejo con un bolso en el que llevaba 33 cartuchos calibre 22. En el lugar se encontró un arma calibre 22 largo con 6 cartuchos intactos, 18 cartuchos, un cargador de 9 milímetros con 28 municiones, entre ellas, 13 con punta de teflón.
Además, otro cargador lleno, una gorra policial, una escopeta, dos frentes de estéreo y tres celulares, uno de ellos un LG negro con la pantalla partida como el que el hijo de la víctima describió.