En una audiencia preliminar por un caso de gatillo fácil los fiscales Ezequiel Hernández y Martín Torres adelantaron que pedirán prisión perpetua para un policía de 46 años acusado de matar por la espalda a Lautaro Joaquín Saucedo, de 17 años, en la ciudad de Santa Fe en 2019, cuando según la acusación el adolescente intentó arrebatarle una bolsa a una mujer. El efectivo, vestido de civil y tras hablar con la víctima del robo, le disparó por la espalda a Saucedo había corrido media cuadra, dice la teoría fiscal.
Saucedo, hijo de otro policía, fue asesinado por la espalda la mañana del 29 de octubre de 2019 en la zona de Ignacio Risso al 2200 de la capital santafesina tras un presunto intento de robo. El efectivo estaba haciendo un servicio de custodia que no estaba autorizado cuando, según la acusación, accionó su arma reglamentaria contra la víctima que ya se encontraba a unos 50 metros distancia sin dar la voz de alto. El plomo impactó en la zona lumbar y le produjo la muerte.
«El hombre investigado no se identificó como personal policial ni dio la voz de alto antes de disparar”, dijeron los acusadores. En tal sentido, plantearon que “actuó sobre seguro y de forma arbitraria”, e hicieron hincapié en que “violó su deber público de brindar seguridad y protección a la ciudadanía”, contaron los fiscales.
Francisco Aldo Olivares fue detenido e imputado por el crimen. Recientemente se realizó una audiencia preliminar ante el juez Pablo Busaniche, donde los fiscales adelantaron el pedido de prisión perpetua para el uniformado que al momento del hecho integraba el Cuerpo de Caballería de la Unidad Regional I (URI) de la Policía de la provincia.
Llevarán a juicio a Olivares por el delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por abuso de su función como integrante de una fuerza de seguridad.
Acusaron a un policía de matar con «alevosía» a un joven que robó un monedero