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Piden perpetua para un policía

El fiscal Adrián Spelta y los abogados querellantes pidieron la máxima pena para uno de los uniformados que llegaron a juicio por caso de gatillo fácil y 12 años para los otros dos. Un cuarto agente firmó un proceso abreviado a tres años de cárcel.

El fiscal Adrián Spelta presentó ayer la acusación contra tres agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) imputados por el crimen de Jonatan Herrera, joven asesinado en enero de 2014 mientras lavaba el auto en la puerta de su casa en pasaje Villar y Ayacucho. En una audiencia preliminar de cuatro horas plagada de objeciones de la defensa, la Fiscalía solicitó la pena máxima contra uno de los uniformados bajo la calificación de homicidio calificado por abuso de función en cargo público y para los otros dos agentes 12 años por tentativa de homicidio. Los representantes de la mamá de Herrera, querellante en la causa, adhirieron al pedido de Spelta de prisión perpetua para el principal sospechoso y solicitaron 14 años para los demás, agregando el agravado por uso de arma de fuego. En la audiencia se debatieron las acusaciones, pero las evidencias y la definición del juez Gonzalo López Quintana pasaron a un cuarto intermedio hasta el martes próximo. En mayo, un cuarto policía firmó un acuerdo abreviado a tres años por abuso de arma, en medio de un fuerte debate público en torno del uso de esta figura legal en los casos de violencia institucional.

Antes de comenzar la audiencia, y como preámbulo del debate plagado de objeciones que se venía, la defensa solicitó que se quitaran de la puerta de los Tribunales provinciales los carteles que llevaron los familiares y allegados Jonatan, en reclamo del juicio oral y público y en contra de los acuerdos abreviados. Además, sostuvo que iniciarán acciones legales por calumnias contra la querella de la causa. Esta acusación fue respondida por la querella con un pedido de investigación para dos de los abogados defensores, a quienes acusaron de hacerse pasar por peritos de la Fiscalía ante la mamá de Jonatan meses atrás.

Jonatan Herrera tenía 23 años cuando fue asesinado, la tarde del 4 de enero de 2015 en pasaje Villar y Ayacucho. Según la acusación presentada ayer por la Fiscalía, ese día en San Martín y bulevar Seguí personal del Comando Radioeléctrico inició una persecución tras un sindicado ladrón que escapó en moto. A la altura de calle Alem, el presunto ladrón se cayó de la moto y siguió corriendo. Cuando llegó a Ayacucho, cuatro uniformados de la PAT que iban sobre el colectivo 133 vieron la escena, pararon el micro y descendieron.

Dos de ellos, Ramiro R., de 23 años, y Alejandro Gálvez., de 20, lo hicieron por la puerta delantera del vehículo mientras que Luis Alberto S., de 22, y Francisco Javier R., de 19, bajaron por detrás.

Jonatan estaba en la vereda lavando el auto cuando los uniformados dispararon en su contra. Recibió tres disparos, dos de ellos letales: uno en el cráneo, con orificio de salida, y otro en el muslo, que le produjo una hemorragia. Esta última bala fue fundamental para la investigación, ya que pudo probarse que salió del arma de Ramiro R. En tanto, no pudo establecerse de qué arma salió el plomo que impactó en el cráneo.

Alejandro Gálvez firmó un abreviado de 3 años en mayo tras determinarse que las balas que disparó no impactaron en el cuerpo de Herrera.

En el caso de los otros tres policías, Spelta pidió prisión perpetua para Ramiro R., por homicidio calificado y 12 años para Luis S. y Francisco R., por tentativa de homicidio.

La querella de la causa, representada por Analía Abreu y Cintia Garcilazo por la mamá de Jonatan, y José Nanni, Paul Krupnik y Gustavo Feldman, por la madre de su hijo, adhirió a la teoría del fiscal y añadió que el tiroteo contra Jonatan se produjo cuando ya había sido herido el presunto ladrón que escapaba. “La intervención no era necesaria, si no más bien riesgosa”, dijo Abreu. Los abogados pidieron la pena máxima para Ramiro R., mientras que Abreu y Garcilazo solicitaron 14 años en vez de 12 para los demás, por ser agravado por el uso de arma de fuego.

En tanto, el abogado de Ramiro R., Guillermo Alexander, dijo que su defendido es inocente y que participó de un enfrentamiento: “Lamentablemente Herrera quedó en el medio de un fuego cruzado, no fue con intención de matar”. A su teoría agregó que el disparo en el muslo no fue letal, sino el del cráneo. Además, sostuvo que las acusaciones fueron arbitrarias, infundadas y dogmáticas.

La abogada Sara Marcos, representante de Luis S. y Francisco R., sostuvo la inocencia de ambos y le echó en cara a Spelta no haber cerrado el abreviado que habían negociado. Asimismo, dijo que incorporó a la causa una prueba que los desvincula por completo. Según su teoría, los disparos de Luis S. no estaban en el ángulo de Jonatan, mientras que Francisco R. hirió a otro uniformado.

La audiencia duró casi cuatro horas debido a un debate lleno de objeciones por parte de la defensa, que pidió que la querella sea declarada nula. “Estamos ante abogados inteligentes que están errando el camino al querer correr de la investigación a las querellas con el único fin de evitar condenas altas. He escuchado más adjetivos que argumentos por parte de los defensores”, dijo Feldman. El debate quedó suspendido hasta el próximo martes.

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