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Piden perpetua por crimen

Dos fiscales solicitaron que se imponga la pena máxima para las dos personas acusadas de mutilar y calcinar a un estudiante cuando recorría como mochilero las ruinas El Shincal, provincia de Catamarca.

Dos fiscales de juicio pidieron que se condene a prisión perpetua, más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, a los dos acusados del crimen del estudiante de música Sebastián Musacchio, mutilado y calcinado en julio de 2009, en la localidad catamarqueña de Londres.

Fuentes judiciales informaron a Télam que los pedidos de los fiscales Alejandro Dallea Costa y Rubén Carrizo recayeron sobre Santos Quispe (27) y Antonio Yapura (20), imputados como coautores de los delitos de “homicidio doblemente calificado por alevosía y criminis causa” y “robo”. Los abogados de la familia de la víctima, Francisco Allocco y Julio Andrade, coincidieron con el pedido de los fiscales en su alegato ante la Cámara Penal de Catamarca.

Esta Cámara, integrada por los jueces César Soria, Patricia Olmi y Jorge Rolando Palacios, se constituyó en Londres, a unos 270 kilómetros de la ciudad de Catamarca, en lo que implica el primer juicio realizado fuera de la capital provincial.

A su turno, la defensora oficial de Quispe, Silvia Guzmán, pidió “moderación” en la aplicación de la pena, por lo que instó a que no se le aplique la accesoria de “reclusión por tiempo indeterminado”. En ese sentido, la defensora argumentó que al acusado debe dársele la posibilidad de que se “reinserte en la sociedad”.

Por su parte, Víctor García, abogado particular de Yapura, solicitó que el acusado sea condenado pero como “partícipe secundario”, lo que representaría una notable baja en el monto de la pena.

Tras los alegatos, la Cámara pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, cuando se llevarán a cabo las “últimas palabras” de los imputados y luego se conocerá el veredicto.

En la audiencia de anteayer, la psicóloga del Cuerpo Interdisciplinario Forense, Estela Cáceres, declaró que “Santos Quispe tiene una descarga de impulsos agresivos de gran proporcionalidad”.

También declaró Jonathan Varas, un amigo de Santos Quispe, y contó que el 26 de julio de 2009 (un día después del hecho) viajaron los dos y Yapura a la localidad de El Durazno, para participar de la fiesta de San Pantaleón. El testigo relató que no le mencionaron lo ocurrido con Musacchio y que durante el viaje Quispe extrajo una cámara de fotos y le dijo que era de su hermano, aunque luego se comprobó que era de la víctima. Es más, días después del crimen, el hallazgo de esa cámara permitió identificar a Quispe y a Yapura, ya que fueron fotografiados por Varas.

Musacchio, oriundo de Comodoro Rivadavia pero residente por estudio en Tucumán, desapareció el 23 de julio de 2009, cuando recorría como mochilero las ruinas El Shincal, a tres kilómetros de Londres.

Tras una intensa búsqueda, el 7 de agosto de ese año un camarógrafo de un canal de cable de esa localidad encontró un cadáver calcinado y con la cabeza separada del cuerpo en El Shincal. Si bien por el estado de los restos en un primer momento no se pudo confirmar su identidad, los forenses luego confirmaron que eran de Musacchio. Días después, Yapura fue detenido en el paraje Las Vallas de Belén y Quispe en El Durazno, departamento Tinogasta, donde se había escondido desde que fue descubierto el crimen. Las sospechas sobre los dos imputados comenzaron luego del hallazgo de la cámara fotográfica de la víctima, ya que Quispe y Yapura habían sido fotografiados en forma accidental y de esta manera se los pudo identificar. Al declarar luego ante la Justicia, ambos reconocieron el hecho y se culparon entre ellos.

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