La fiscalía pidió este viernes que se condene a prisión perpetua a uno de los acusados del femicidio de la adolescente Lucía Pérez, asesinada en Mar del Plata en 2016 en un caso que se convirtió en emblemático por la brutalidad del ataque –y porque fue el impulso para el primer paro internacional de mujeres–, y reclamó 18 años de cárcel para otro de los imputados, mientras que solicitó la absolución del tercero.
En un alegato que se extendió durante dos horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Mar del Plata, el fiscal Daniel Vicente solicitó la pena máxima para Matías Farías (25), al considerarlo autor de «abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso ideal con femicidio, con el agravante del suministro de estupefacientes a una menor».
En tanto, para Pablo Offidani (43) solicitó 18 años de cárcel al considerarlo «partícipe necesario» del mismo delito y retiró la acusación por «encubrimiento agravado» que pesaba contra Alejandro Maciel (61), sindicado como quien lavó el cuerpo de la víctima.
Ante el tribunal, integrado por los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, el fiscal pidió que Maciel sea absuelto y puesto en libertad, ya que durante el juicio, los especialistas descartaron que el cuerpo de la adolescente haya sido lavado.
De acuerdo con la hipótesis de la fiscalía, la adolescente conoció a Farías y Offidani un día antes del femicidio, el 7 de octubre de 2016, cuando ellos se acercaron a través de una amiga de la Escuela Media 3 local para venderle un cigarrillo de marihuana.
En horas de la mañana siguiente, ambos pasaron a buscar a Lucía Pérez por su casa y se fueron hacia la vivienda del primero, en Racedo al 4500, del barrio Alfar, donde según la investigación fue drogada y abusada sexualmente.
Luego, los imputados llevaron a Lucía en una camioneta a la Unidad Sanitaria de Playa Serena, adonde la chica llegó sin signos vitales y los médicos trataron de reanimarla durante 40 minutos, sostiene la acusación.
Para el fiscal, quedó demostrado que «Farías tenía un plan», dado que le fió la droga en el primer encuentro para tener un segundo y allí «cobrarle, venderle más droga y accederla carnalmente».
Según el fiscal, hizo esto «a sabiendas del rol esperable de este tipo de chicas, adolescentes, consumidoras de tóxicos de manera abusiva y a su vez sin ingresos propios» y destacó que «en una sociedad patriarcal, sirve para saciar la necesidad sexual suya como hombre».
Acerca de la falta de pruebas sobre la violación, manifestó que «en casos como este, la perspectiva androcéntrica, nos hace creer que si no hay huellas de defensa en la víctima o lesiones extremadamente crueles no hay abuso sexual y nos hace perder de vista que el problema está en la asimetría de poder, entre víctima y victimario».
«El concepto de violencia en el abuso sexual, a nuestro juicio, hay que integrarlo con perspectiva de género. La víctima es una mujer, y no hay que esperar a que haya marcas de lucha, de forcejeos, o de uso desmedido de fuerza para determinar el concepto de violencia», agregó.
Respecto de los imputados, dijo que «Farías es un hombre obsesionado con el sexo y Offidani alguien prácticamente adicto a la pornografía», mientras que «ambos cosifican a la mujer, la consideran un mero instrumento para la satisfacción sexual».
«No quedan dudas de que Lucía Pérez fue abusada sexualmente en un contexto de violencia de género por cosificación a la mujer y que para su facilitación se usaron estupefacientes, que potenciaron la situación de vulnerabilidad en concreto», destacó el fiscal.
Vicente recordó que todos los médicos declararon en el juicio que «fue un acto sexual brusco y violento» y que el causal de muerte «altamente probable» fue «asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar, por el consumo de cocaína».
En ese sentido, el fiscal planteó la existencia de diversas «situaciones de vulnerabilidad en la violencia contra la mujer» y remarcó que «Farías y Offidani se aprovecharon de esa situación».
El juicio continuará el próximo lunes, con los alegatos de Gustavo Marcelliac, abogado de la familia de Pérez, en tanto que el martes expondrá la defensora oficial de los tres acusados, María Laura Solari.
El caso Lucía Pérez tuvo una fuerte repercusión a nivel nacional e internacional hace dos años, luego de que la fiscal que originalmente estaba a cargo de la causa, María Isabel Sánchez, informara en los inicios de la investigación que la víctima había sido drogada, violada y «empalada», esto último finalmente descartado.
Paro de mujeres
El asesinato de Lucía derivó en el primer paro internacional de mujeres que se realizó en la Argentina en 2016 con el impulso del movimiento feminista Ni Una Menos. Fue cuando desde Rosario Itatí Schvartzman tomó nota del caso y escribió en Facebook: “Por Lucía, las mujeres paramos el miércoles 19”. Y acompañó la imagen con un texto: “Si mi vida no vale: produzcan sin mí. Lucía Pérez, 16 años. Murió de dolor empalada y violada. La lavaron, la vistieron y la tiraron en la salita. Por ella, por mí, por mi hija, por vos y por tu hija: yo paro el miércoles 19. No voy a ser cómplice de que en este país siga valiendo más una pared que la vida de una mujer. #ParoDeMujeres #YoParo”.