“Dicen que están en desacuerdo con el ruido y con que cortemos la calle. Yo dije que estoy en desacuerdo con que nuestros hijos se maten en la calle”, arengó Roberto Pereyra desde una de las escalinatas de la plaza 25 de Mayo. Él fue uno de los pocos que pudo calmar tanto bocinazo y ruido de motor durante la movilización de ayer convocada por aficionados a los “fierros”. El reclamo fue contundente: que se abran las puertas del autódromo para correr picadas, actividad prohibida por la ordenanza 8934 que regula las carreras en el autódromo. Sobre el mediodía, representantes de los manifestantes se reunieron con la concejala Daniela León, presidenta de la comisión de Gobierno. Según informaron, la próxima semana se discutirá en el Palacio Vasallo lo planteado por los fierreros.
Bajo la bandera de “Sí a las picadas en el autódromo”, el grupo autoconvocado aficionado a los automóviles se movilizó ayer. Primero, hacia las puertas del Palacio de los Leones; luego, al Concejo Municipal. El reclamo en ambos lugares fue el mismo: que abran las puertas del autódromo para poder correr picadas sin que sus vidas –ni la de sus hijos– corran peligro. “Rosario Central y Newell’s tienen su cancha. Hay bicisendas, canchas de hockey, pistas de skate. ¿Y nosotros? En Rosario son 300 familias que quieren hacer lo que les gusta: correr autos”, resaltó Pereyra.
“Hace rato que estamos en esta lucha, pero ahora aparecieron chicos jóvenes que quieren correr, que saben que en la calle no se puede y quieren ir al autódromo. Yo llevo años con el tema de los autos, y también soy papá de un chico de 22 años. El pedido es para que todos estos chicos vayan al autódromo. Es lo más lógico. No estamos de acuerdo con las picadas ilegales. Pedimos que se intensifiquen los controles pero que también se habilite un lugar donde puedan hacer lo que más le gusta”, señaló a su turno Marcelo Sánchez, uno de los voceros de este grupo. Sánchez estimó que en lo que va de este año ya son cerca de seis los muertos por picadas.
Bocinazos
Frente al Concejo y bajo el calor del mediodía de ayer, decenas de automovilistas de todas las edades –entre los que apenas pudo vislumbrarse una sola mujer– convocaron a fuerza de bocinazos y acelerador a los concejales de Rosario. En julio de 2012, el Concejo Municipal aprobó la ordenanza 8934 que regula la cantidad de carreras anuales en el autódromo. El artículo 7º de esta normativa manifiesta: “Prohíbase la práctica de ‘picadas’ en el circuito del autódromo Ciudad de Rosario”. Y es contra esto que van los fierreros. “Para no correr en la calle nos tienen que habilitar la entrada a nuestro lugar. Hoy el autódromo está renovado, sonorizado, en condiciones de poder hacer este tipo de competencias. Es el espacio ideal”, señaló uno de los manifestantes.
En la puerta del Palacio Vasallo, mientras se esperaba que saliera algún representante del cuerpo legislativo, pudo escucharse de todo. “Sabés cómo nos abrís al toque si tenés un pibe que corre”, exclamó un joven. Otro amenazó con interrumpir la largada del Dakar con una manifestación. “Somos los de acá”, sentenció. “¡Y eso que acá hoy somos la cuarta parte. Somos mucho más!”. Todos estuvieron de acuerdo en que éste fue sólo el inicio de un largo reclamo, y que si no reciben la respuesta que buscan continuarán manifestándose semana tras semana. “Vamos a ser buenos y les vamos a creer. Pero si no, volvemos”, concluyó uno de los más activos manifestantes.