Asesinó a su ex pareja e intentó hacerlo pasar por suicidio: Fiscalía pidió perpetua
El requerimiento fue formulado por el fiscal Gastón Ávila en la apertura del proceso oral en el que se encuentra imputado por «homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género» Gerardo Ariel Nievas (32), de acuerdo a lo informado por voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Noelia García era de la ciudad bonaerense de Monte Grande y en 2009 se mudó a Rosario para empezar una convivencia con Nievas en la casa de Juan B. Justo al 5800. La pareja tuvo tres hijos que en 2018 tenían 5, 6 y 8 años. En 2014, Noelia pidió una exclusión de hogar y se volvió a la provincia de Buenos Aires. Con el tiempo, Gerardo trajo a sus hijos a vivir con él y Noelia viajaba para visitarlos.
Según la investigación fue ese marco que el acusado aprovechó para cometer el femicidio la madrugada del 23 de octubre de 2018 cuando la asesinó por asfixia con un cable e intentó simular un suicidio.
Sin embargo, resultó clave el testimonio en cámara Gesell de una hija de la víctima que en 2018 tenía 10 años y que fue testigo directo del homicidio.
De acuerdo a lo ventilado por el fiscal Ávila, a las 4.45 de ese día y en la vivienda de Juan B. Justo al 5800, el hombre comenzó a insultar y ahorcó a quien era su ex pareja y madre de sus tres hijos y de la que se había separado en 2014 por hechos de violencia de género que habían sido previamente denunciados por la víctima.
Para la investigación, el hombre cometió el asesinato con un cable, a la vez que le colocó una almohada sobre el rostro para que no pudiera gritar, por lo que le produjo la muerte.
En su alegato de apertura, el fiscal adelantó que a lo largo del juicio quedará probado que todo se produjo en un contexto de violencia de género, sobre lo cual aportará pruebas y testimonios de profesionales y familiares.
Ese día, el acusado llamó al 911 y contó que en un momento se levantó para ir al baño y se topó con el cuerpo de Noelia. Pero la hija de 10 años de la mujer -de una relación anterior-, aseguró que se despertó por los gritos de su madre y vio cuando el acusado ejercía presión con una almohada que le cubría el rostro.
Tras ello, declaró la niña, le dijo que la «soltara», aunque el hombre le respondió que la «estaba ayudando a respirar».
«La amenaza constante de impedir el vínculo con sus hijos es una forma de mantener su poder sobre ella. La violencia detallada se plasmó durante el tiempo de convivencia de la pareja y prosiguió una vez separados», alegó el fiscal ante el Tribunal integrado por los jueces José Luis Suárez, Hebe Marcogliese y Trinidad Chiabrera.