La posibilidad de que Melina Romero, encontrada asesinada el 23 de septiembre pasado en la localidad bonaerense de José León Suárez, haya sido víctima de una red de trata de personas es un dato que existe en la causa judicial, pero que para algunas de las partes no fue investigado en profundidad.
El 8 de septiembre, a 16 días de la desaparición de la joven, cuando la familia de la víctima pegaba afiches con su foto para obtener algún dato y el caso no había tomado notoriedad a nivel nacional, un hombre se comunicó con la casa de la madre de Melina.
El que atendió el llamado fue el hermano de 16 años de la chica, a quien le dieron una versión diferente a la que actualmente se maneja en el expediente como principal hipótesis a partir de la declaración de una amiga de la víctima y por la que hay cuatro detenidos.
Uno de ellos es un adolescente de 16 años a quien ya se le dictó prisión preventiva y los otros son Joel Fernández (20), alias «Chavito»; Elías Fernández (18) y Javier Rodríguez (44); todos acusados como coautores del delito de «homicidio doblemente calificado», pero a quienes no se les resolvió todavía la situación procesal.
La hipótesis principal, basada especialmente en prueba obtenida de videos, es que el 23 de agosto Melina fue a festejar su cumpleaños número 17 al boliche «Chankanab» de San Martín y se retiró con cuatro jóvenes que la llevaron a una casa de Pablo Podestá.
Allí, según la amiga de Melina, se realizó una «fiesta» de sexo, drogas y alcohol durante varias horas, tras la cual la joven fue asesinada a golpes, subida a un auto y arrojada al arroyo Morón.
Según consta en la causa, a la que accedió Télam, el hermano de la víctima declaró que el 8 de septiembre «recibe una llamada telefónica de una voz masculina donde le refiere que (a su hermana) la habían subido a un auto Peugeot 504 color celeste metalizado».
En la misma comunicación, le señalan que quien se había llevado cautiva a la joven era una persona «que se dedicaría a vender jóvenes y que no era la primera chica a la que le hacía esto».
El hombre aportó una dirección, dio detalles de una casa y manifestó que sería el último domicilio del supuesto reclutador, quien se manejaba en varios vehículos, de los cuales dio marca y modelo.
También le aportó los tres últimos números de la patente que podrían ser del Peugeot y le pidió que «revise bien el fondo», presuntamente en alusión al auto.
«Antes de cortar le dice: ‘Ojalá encuentren viva a tu hermana'», figura en la causa que declaró el hermano de Melina y le explica que no puede aportar más datos porque el involucrado es un hombre «muy pesado y se mueve por la villa 18», en alusión a ese barrio de la localidad de Billinghurst, en San Martín.
De acuerdo al expediente, al día siguiente de que el hermano de Melina aportó este dato, la vivienda señalada fue allanada por los investigadores pero con resultados negativos.
Consultado sobre si la adolescente pudo ser víctima de una red de trata de personas, el abogado de «Chavito», Sergio Doutres, dijo a Télam que «en esa pista no se avanzó sino solo en lo que declaró la amiga» de la víctima, que prestó testimonio ante la fiscal de San Martín María Fernanda Billone en cinco ocasiones.
«Hay varias personas mencionadas en la causa que no se las investigó», agregó el abogado, quien adelantó que su cliente podría ampliar la semana próxima su declaración indagatoria.
En tanto, mañana continuarán en los laboratorios judiciales de Lomas de Zamora los peritajes complementarios a la autopsia de Melina para tratar de precisar la data de muerte y descubrir si en el cuerpo hay alguna lesión que revele la causa del deceso.
Fuentes judiciales informaron que se realizarán un estudio entomológico -que analiza la fauna cadavérica-, y las pericias anatomopatológicas -que revisa microscópicamente muestras obtenidas del cadáver-.
Esta semana, en tanto, la Cámara de Apelaciones de San Martín debe resolver si confirma o no la prisión preventiva del único menor detenido en el marco de la investigación.