La concejala radical María Eugenia Schmuck reclamó al departamento ejecutivo el inmediato cumplimiento de la ordenanza que prohíbe la fabricación, venta y distribución de juguetes bélicos en la Ciudad de Rosario.
La normativa, aprobada en el año 2006 y nacida a partir de un proyecto del socialista Miguel Pedrana, prohíbe también todo tipo de publicidad o formas de difusión que remita directa o indirectamente a dichos juguetes. La prohibición abarca expresamente a las réplicas de armas de fuego y todos aquellos que hagan referencia a brutales violaciones a los Derechos Humanos.
El proyecto encuentra fundamento en el hecho de que el juego debe ser entendido como «un espacio de aprendizaje y de relación y los juguetes como elementos que poseen los niños y niñas para imaginar e inventar y cuya adquisición es responsabilidad de los adultos».
De este modo, «se prohíbe la fabricación, venta y distribución de juguetes bélicos en la Ciudad de Rosario y todo tipo de publicidad o formas de difusión que remita directa o indirectamente a dichos juguetes». La prohibición abarca expresamente a las réplicas de armas de fuego y todos aquellos que hagan referencia a brutales violaciones a los Derechos Humanos.
En ese sentido, la concejala del bloque radical consideró necesario intensificar durante la época de Navidad y otras fechas como el Día del Niño los controles en jugueterías de la ciudad, para que no se vendan ni exhiban juguetes bélicos.
“Esta es una ordenanza que no se respeta en las jugueterías de la ciudad. Debería haber un mayor control por parte del municipio. Lo primero que hay que hacer es reglamentar esa normativa y para eso hace falta voluntad política. Luego, habría que poner a los organismos de las Secretarías de Gobierno a disposición para efectivizar ese cumplimiento y se ejerza un total control sobre esos juguetes”, explicó la edila en diálogo con El Ciudadano.
Asimismo, consideró que “las tareas tienen como finalidad contribuir a la formación de una niñez sana, sin estímulos que promuevan violencia” y que “desde la infancia hay que educar para la paz y por la no violencia.
Por otro lado, Schmuck se mostró a favor de reflotar una campaña para que los niños y padres puedan intercambiar estos juguetes por otros no bélicos o libros.
“La ordenanza se aprobó en el 2006, entre otras cosas, para que se tome conciencia entre los comerciantes y los padres, pero hasta hoy muchos locales siguen promocionado y poniendo a la venta juguetes bélicos, a los que no cumplan la norma, hay retirarle la mercadería”, sentenció.