Este lunes la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación se presentó ante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe y la Fiscalía federal con un dictamen técnico sobre la necesidad del cese del beneficio de domiciliaria para el condenado por crímenes de lesa humanidad Jorge Balla. Detallan las sistemáticas violaciones y las acciones intimidatorias que ejerce hacia sus vecinos, la familia Ruscitti-Schumacher.
En 2019 el ex sargento del Ejército Balla fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Santa Fe, dada su autoría de los asesinatos cometidos en la en la conocida como la Masacre de Las Heras e Ituzaingó . Se trata de un caso emblemático de la última dictadura cívico militar ocurrido el 19 de enero de 1977. Fue un operativo conjunto de la Policía santafesina y las fuerzas militares en el que la cúpula de la organización Montoneros de la provincia resultó asesinada: Osvaldo Pascual Ziccardi, el secretario logístico Carlos Mario Frigerio, el secretario político Jorge Piotti y la esposa de éste, Ileana Gómez.
En el escrito presentado el lunes 18 de enero, acompañado por organizaciones de derechos humanos, se da cuenta de las reiteradas provocaciones y acciones intimidatorias que comete Balla. Los organismos también denuncian que las autoridades judiciales no previeron estas acciones, ni las controlan ni revisan.
Según los fundamentos expuestos en la denuncia, correspondería el cese inmediato del privilegio de prisión domiciliaria con que cuenta Balla quien debe cumplir la prisión perpetua a la que fue condenado en establecimiento penitenciario donde también se puede garantizar su derecho a una adecuada atención de la salud.
Entre los actos intimidatorios que se repiten desde mediados de 2020 se encuentran discusiones verbales, con insultos y amenazas de muerte a la familia vecina, y una pelea física en la vereda en la que Balla tomó del cuello a Schumacher y lo amenazó de muerte.
En una de estas amenazas, Balla expresó: «Montonero hijo de puta, te voy a matar, te voy a agarrar por el patio». Según la valoración que hizo Schumacher respecto de esas palabras, Balla habría hecho alusión a que su padre, ya fallecido, fue militante en el Partido Revolucionario de los Trabajadores y permaneció detenido durante la dictadura.
La familia se siente en un estado de vulnerabilidad e indefensión, ya que además el genocida recibe más visitas de las permitidas, sale solo, concurre a visitas médicas sin compañía, ignoró la orden de colocar rejas en la puerta de ingreso de su casa, permanece en el exterior de su vivienda, interroga a los agentes de policía que llevan adelante la consigna y se trepa a la pared medianera que separa las propiedades. Todo esto hizo que la familia cambiara sus rutinas diarias para evitar el contacto con Balla.