La querella del hombre que denunció por abuso sexual al sacerdote Eduardo Lorenzo, actual párroco de la Iglesia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet, ex capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense y quien fue confesor del abusador condenado y también sacerdote Julio César Grassi, solicitó la detención del religioso.
Según publicó Infobae, Juan Pablo Gallego, abogado de J.B., el hombre de 32 años que realizó días atrás la denuncia contra el cura, ingresó el pedido ayer en la UFI N° 1 platense a cargo de la fiscal Ana Medina, como así también en el Juzgado de Garantías que conduce la jueza Marcela Garmendia. Los ataques habrían ocurrido cuando J.B. tenía 13 años.
J.B. denunció hace dos semanas al cura Lorenzo, que es investigado por otra acusación en su contra por vejaciones a jóvenes, por abuso sexual agravado, corrupción de menores agravada y amenazas coactivas por pluralidad de víctimas. En paralelo a su presentación en la Justicia hizo una conferencia de prensa en una en la sede de la CTA de La Plata en la que contó su calvario por episodios que habrían ocurrido entre 1999 y 2001.
Dijo que Lorenzo solía reunir los viernes en su departamento a varios chicos con la excusa de definir las actividades de los sábados del grupo de boy scouts y luego de que todos se retiraban quedaba solo con él. «Me llevaba a su casa, a su cama y me decía que tenía que darle besos para dormirse», relató.
Tras ser expuesto, Lorenzo, que actualmente se desempeña en la iglesia de Inmaculada Madre de Dios de Gonnet, concedió entrevistas en las que pronunció inocente de las acusaciones. Dijo no saber «quién está detrás de todo esto», pero que lo «sospecha».
«Los hechos están confirmados pero lamentablemente pese al esfuerzo de las víctimas por exponer los detalles tenebrosos de lo que padecieron, en las últimas semanas el cura Lorenzo y su entorno se pasearon por cuanto medio de comunicación han tenido a su disposición amenazando y intimidando a las victimas y testigos», aseguró Gallego.
El abogado acotó a la agencia Télam: «Los amenazaban que los iban a querellar si declaraban y antes de hacerlo cada una de las víctimas y testigos recibían llamados telefónicos intimidatorios».
En este contexto, el letrado consideró que «quedan de manifiesto todas las causales del Código Procesal de la provincia de Buenos Aires para detener a un acusado, que incurre en entorpecimiento probatorio, amedrentamiento de las víctimas y dispone de ingentes recursos económicos para profugar».
La fiscal Medina aún no citó a declarar al párroco. Gallego estima que la resolución respecto al pedido de detención se conocerá dentro de una semana a diez días.
Lorenzo había sido denunciado por primera vez hace 11 años por una serie de abusos que presuntamente ocurrieron en las iglesias San Benito y Nuestra Señora de Lourdes, ambas de la ciudad de La Plata. A los adolescentes, de acuerdo a los relatos en su contra, los invitaba a dormir, no sólo bajo el mismo techo sino que les ofrecía compartir su cama matrimonial. Les hablaba de sexo y les pedía que mostraran sus miembros para medírselos. Así lo contó «León», cuando realizó la denuncia penal en 2008, a sus 15 años de edad en aquel entonces.
Denuncian grave maniobra de una fiscal para favorecer al cura Lorenzo
Por Daniel Satur y Estefanía Velo (*)
Pasaron 11 años desde la primera denuncia eclesiástica y judicial contra el cura Eduardo Lorenzo –actual párroco de la Iglesia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet, ex capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense y quien fue confesor del abusador condenado y también sacerdote Julio César Grassi–y las complicidades entre las instituciones continúan resguardándolo. “Estos jóvenes hoy son mayores y no han obtenido justicia por la inacción estatal”, aseguró el abogado de las víctimas Juan Pablo Gallego.
Lorenzo está imputado en la causa iniciada por León y su familia por “abuso sexual agravado”. Allí se sumaron las fuertísimas declaraciones de otros dos jóvenes que también fueron víctimas en diferentes años y lugares. Por un lado, Julián Bartoli quien contó los abusos sufridos en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes cuando tenía 13 años (1999/2000); y por otro, el joven de Olmos que vio abusar a otros menores durante campamentos y fiestas privadas entre los años 1993 y 1994.
A pesar de esos tres relatos contundentes, tal como fueron expresados en este medio, la fiscal Ana Medina -encargada de la instrucción de investigar los delitos- intentó habilitar instancias en común acuerdo con la defensa del cura Lorenzo, es decir con el “prestigioso” estudio de abogados encabezado por Alfredo Gascón Cotti.
Esta semana el doctor Gallego se enteró por rumores de que habría audiencias pautadas para este miércoles, jueves y viernes (en plena feria judicial) en las cuales declararían testigos a favor del cura Lorenzo. Pero “ayer me confirmaron que no era así”, aseguró Gallego. Sin embargo, este miércoles por la mañana, al llegar a los Tribunales Penales de La Plata para presentar el pedido de detención del cura se encontró con un testigo que iba a empezar a declarar. Se trata de Maximiliano Egea, uno de los jóvenes mencionado como víctima entre 1993 y 1994 que, al menos hasta el día de hoy, niega todo y se mantiene muy cercano a Lorenzo.
Esas audiencias, por un lado, no fueron notificadas a la querella, pero por otro lado ya habían sido anticipadas tanto por la defensa de Lorenzo como por el mismo cura en algunos medios de comunicación, cuando anunciaron la presencia de nuevos testimonios a su favor. Gascón lo hizo en Perfil y en TN, en tanto Lorenzo se lo confirmó a Pulso Noticias al asegurar que “ya van a ir a declarar más de 10 pibes que estuvieron en el campamento, y que estuvieron en la carpa. Y va a ir gente de Necochea”.
Con la audiencia semiclandestina de este miércoles (finalmente fallida por acción del abogado Gallego) quedó demostrado el accionar de la fiscal Ana Medina para concretar los dichos de Gascón y Lorenzo.
Sumado al amedrentamiento contra las víctimas, Lorenzo intenta manejar a la fiscal Medina según sus intereses. Mientras que Gallego exigió “que el procedimiento se acomode para proteger a la víctima”. Al tiempo que agregó: “vimos a Lorenzo diciendo que a cada quien declare no favoreciéndolo le va a hacer causas penales, es absurdo que se tome una declaración en estado de coacción y mucho menos tomando por sorpresa a la querella”.
Las maniobras de Medina
“En 10 días hice lo que la fiscal no hizo en más de 10 años”, repitió en varias oportunidades el doctor Gallego en las puertas de los Tribunales. Los tiempos del Poder Judicial se manejan según las decisiones políticas de turno. ¿O acaso Ana Medina archivó la causa en enero de 2009 por falta de mérito y diez años después se dio cuenta de que había más pruebas que involucraban a Lorenzo como para decidir desarchivarla?
Un dato importantísimo para conocer su historial es, según relató Gallego, que a principios de 2009, 48 horas antes de que Medina firmara el archivo de la causa había firmado las resoluciones para notificar a los menores de esa época que habían sido mencionados como víctimas del cura. Sin embargo, nunca se enviaron esos pedidos de declaraciones. ¿Qué paso durante esas 48 horas? ¿Quién ordenó esa maniobra brusca de la fiscal?
Ahora, once años después, la misma fiscal intenta investigar al imputado pero omitiéndole información a la querella, desprotegiendo a las víctimas, y avalando las decisiones mediáticas de Lorenzo y su abogado Gascón. “Se han querido apurar para cerrar la causa cuando hay pluralidad de delitos: hay corrupción de menores, amenazas, y abusos sexuales”, expresó Gallego.
En ese sentido, el abogado de la querella solicitó que se cumpla con lo que le manifestó el fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo: “hay que investigar esto a fondo”, aunque queda demostrado que Medina no cumple con esa aseveración.
Poder y encubrimiento
Lorenzo estuvo casi tres décadas como Capellán General del Servicio Penitenciario Bonaerense, siendo un cargo de funcionario del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires. También fue asesor durante varios años del ex Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, ya con la denuncia archivada sobre sus espaldas. Sumado a su mando de la parroquia de Gonnet desde 2007.
Esos son los principales cargos que ocupó el cura Lorenzo, entre otros de menor rango, lo que lo llevó a codearse con las máximas autoridades del gobierno de la provincia desde finales de los ´80 hasta con la actual gobernadora María Eugenia Vidal. Sucede lo mismo con las máximas autoridades de la Iglesia católica platense: recibió el apoyo incondicional del fallecido arzobispo Carlos Galán, del arzobispo emérito Héctor Aguer como también del actual jefe de la curia platense Víctor Manuel Fernández, y otros sacerdotes que conocen de esta historia hace muchísimos años.
El poder político, eclesiástico y judicial intentan cerrar filas en defensa de Lorenzo pero la voz de los sobrevivientes resonó en la ciudad para no callarse nunca más.
Para Gallego existen la totalidad de las causales que prevé la ley argentina para que Lorenzo vaya detenido desde hoy mismo. “Es función de la justicia de La Plata detener este sujeto para permitir que este proceso tenga un camino lógico de que las victimas puedan declarar en libertad y no bajo coacción”, aseveró el abogado. Se espera una pronta resolución sobre la detención del cura de Gonnet, quien podría correr la misma suerte que el cura pedófilo Julio Cesar Grassi.
*Una producción de La Izquierda Diario y Pulso Noticias