Un hombre de 48 años, que está acusado por el femicidio Marisa Molina cometido a finales de enero del año pasado en una casa de Villa Gobernador Gálvez, tuvo este jueves la última audiencia antes del juicio oral donde la Fiscalía adelantó que pedirá la pena de prisión perpetua.
Se trata de Juan Antonio Bracamonte, quien está detenido desde la madrugada de ese viernes fatal cuando le disparó a Marisa en un claro contexto de violencia de género. En la audiencia preliminar de este jueves, la fiscal del caso Georgina Pairola presentó las pruebas y los testigos para el debate oral y reiteró la acusación contra Bracamonte como autor de homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y femicidio, y agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra. En ese marco, la funcionaria solicitó la prisión perpetua del imputado, según informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Marisa Alejandra Molina tenía 44 años y vivía en el barrio El Tigre en Villa Gobernador Gálvez. Era madre dos jóvenes y atendía un almacén a pocas cuadras de su casa. También jugaba al fútbol con otras mujeres de su barrio en el equipo La Playada Fem donde recibió el apodo de Zurdita.
El cuerpo de Marisa fue encontrado por uno de sus hijos el viernes 24 de enero de 2020 a las 3 en una de las habitaciones de la casa en la que vivía en Paraguay al 500 bis, en el sudeste de dicha ciudad. El forense determinó en la autopsia que la víctima recibió un disparo a la altura de la nuca y que provino de un revólver calibre 38.
Cuando llegaron los policías, detuvieron a Brancamonte y fue llevado al Hospital Gamen porque tenía un disparo en una mano y heridas leves de arma blanca. Una de las hipótesis de la investigación fue que se había autolesionado para simular una pelea.
Al día siguiente, fue imputado por homicidio calificado por el vínculo agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra, ya que le secuestraron un revólver calibre 38. La jueza Isabel Más Varela aceptó la imputación y dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.
La investigación continuó y, según indicaron fuentes judiciales, la fiscal Pairola pudo determinar que existía un contexto de violencia de género en el cual se desencadenó el asesinato de Marisa.
Con estos nuevos indicios, Pairola pidió una nueva audiencia para recalificar la acusación original que se llevó a cabo el 31 de diciembre de 2020 donde Bracamonte quedó acusado de homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por femicidio. Además, le sumó el agravamiento “por el uso de arma de fuego en concurso ideal entre sí, éstos en concurso real con tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra”.
“El presente hecho se inserta en el contexto de vinculación de pareja que conformaba el imputado con la víctima, atravesada por violencia de género, sostenida en el tiempo y sufrida por Marisa Molina”, sostuvo la fiscal, cuya recalificación fue aceptada por el juez Nicolás Vico Gimena, quien además mantuvo la prisión preventiva del hombre por el plazo de ley, es decir dos años.
Con esa acusación llegó Bracamonte este jueves a la audiencia preliminar, la última antes de desarrollarse el juicio oral, donde la fiscal Pairola solicitó la aceptación del requerimiento acusatorio y pidió la pena de prisión perpetua para el imputado. A su vez, la defensa presentó las pruebas y testigos estarán en el debate.
La jueza Marcela Canavesio admitió las presentaciones de las partes y tras analizar los planteos deberá dictar el acto de apertura a juicio para que se lleve a cabo del debate. Por su parte, la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) deberá sortear el juez y fijar la fecha para el inicio del juicio oral y público.
Recalificaron como femicidio el asesinato Marisa Molina por el que está acusado su pareja