Tras una audiencia maratónica que arrancó este jueves por la tarde con muchos problemas de conectividad y obligó a trasladar a Andrés «Pillín» Bracamonte desde su lugar de detención al Centro de Justicia Penal, este viernes al mediodía la jueza Valeria Pedrana tuvo por formalizada la imputación por lavado de activos practicado con habitualidad en su contra y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
La figura achacada por la Fiscalía a Bracamonte fue cuestionada con énfasis por la defensa, aunque no logró torcer el planteo acusatorio, que relacionó el crecimiento patrimonial de Bracamonte con su ascenso en la barra brava de Rosario Central, que para el fiscal no encuentra justificación en ingresos lícitos.
Durante la imputación, el funcionario además hizo referencia a la relación comercial de Pillín con el club, las posibles fuentes de ingreso ilícitas vinculadas con la barra y su presunta relación con Ariel «Guille» Cantero, líder de la banda de Los Monos.
Pillín: poder en el paravalancha y crecimiento patrimonial, los dos ejes de la imputación fiscal
Ascenso y hegemonía
Para el fiscal Miguel Moreno, con el correr del tiempo Andrés Bracamonte supo imponerse a través del uso de la coacción y de la fuerza. Supo perpetuarse y agigantar su rol de líder del paravalanchas del Canalla, y como consecuencia consolidó su influencia, contactos y el poder que detenta dentro del club, aseguró.
Moreno hizo un derrotero de al menos dos décadas por la historia de Pillín y dijo que fue líder del sector conocido como Los Pillines, luego de Los Guerreros y pasó de tener algunos beneficios, como entradas o colectivos para viajar a ver los partidos de Rosario Central en otras localidades, a crear un verdadero negocio ilícito y millonario a través del uso de la fuerza y el manejo de cientos de personas de la barra brava.
Para el fiscal, primero a través de testaferros de su confianza como su ex pareja o su hijo y luego con empresas, algunas de las cuales facturaban al club, tuvo por objetivo que esos bienes que superan los 38 millones de pesos adquirieran un origen lícito, evaluó.
Detuvieron a Andrés «Pillín» Bracamonte en el marco de una causa por lavado de activos
Apriete por apriete, enjuague por enjuague
El fiscal dijo que Pillín impuso el cobro de estacionamiento en la vía pública en las cercanías del estadio, una cuota periódica a los comercios que trabajaban durante los partidos, hasta coacción a empleados del club para obligarlos a hacer operaciones que lo favorecieran.
Ejemplificó con la condena a dos años de cárcel que tiene Bracamonte por un hecho de 2007 por amenazas coactivas, cuando le exigió a un empleado que ponga al día su cuota social y la de otras personas, aseguró.
Moreno dijo que la coacción es una herramienta efectiva para Bracamonte, que usó también en jugadores y familiares para que firmaran contratos y con el tiempo logró naturalizar su poder al punto de convertirse en proovedor del club, aseguró.
El fiscal habló del cambio de vida, en cuanto a su economía, de Pillín: de vivir en un departamento de monoblock en zona oeste a residir en un barrio privado en Ybalucea, tener autos de alta gamma y bienes de lujo, explicó.
Para el fiscal este cambio está relacionado con el ascenso como líder de la barra y por ello comenzó a pergeñar la forma de darle una apariencia lícita a esos fondos, explicó.
El fiscal dijo que hay una discordancia entre el respaldo de sus actividades comerciales y el verdadero origen de los bienes que dispone. Moreno entiende que esta práctica encuadra dentro del delito de lavado de activos, conducta que practicó con habitualidad desde al menos 10 años atrás, aseguró.
Allanan la casa del barra Pillín Bracamonte en Ibarlucea e incautan suma millonaria y celulares
La defensa contraataca
La calificación elegida por la Fiscalía fue cuestionada fuerte por los defensores Carlos Varela y Adrián Martínez, quienes plantearon la incompetencia de la justicia provincial en un primer momento y luego la inconstitucionalidad de la norma que incluyó este delito al sistema penal.
Para los defensores se está violando la irretroactividad de la ley penal, porque la figura se incorporo al Código Penal recién en 2011 y el fiscal le adjudica a Bracamonte haber desplegado conductas delictivas a partir de los años 2004, 2005 y 2006, es decir que según la imputación Pillín comienza a obtener ilícitamente fondos en fecha previa al 2011, aseguraron.
Pero la jueza no hizo lugar a los planteos y tuvo por formalizada la imputativa. A pesar del pedido de libertad y luego de morigeración a la prisión preventiva, donde incluso los defensores se ofrecieron como fiadores, la magistrada dictó la prisión preventiva contra Bracamonte por el plazo de ley, es decir dos años.
La relación Guille-Pillín
Según contó el fiscal durante la audiencia, de la evidencia recolectada en el caso surge una serie de intervenciones telefónicas, donde se advirtió que Ariel Máximo”Guille” Cantero determina a los jefes de la barra brava de Newell’s desde su lugar de detención. Además “tiene llegada” al jefe de la barra de Rosario Central y recurre a él, Pillín, a quien también apodan Pelado, en determinadas situaciones, aseguró.
El fiscal hizo referencia a los hechos delictivos que tuvieron lugar el año pasado contra el Sindicato de Peones de Taxis. Contó una conversación ocurrida el 3 diciembre pasado, entre Guille y Fernando Enano Morel. Este último cumple condena por un homicidio y ganó notoriedad en diciembre pasado cuando no volvió de una salida transitoria y, tras caer de un techo, intentó coimear a personal policial y escapar por un conducto de ventilación del Heca. El Enano terminó imputado por evasión y cohecho y volvió tras las rejas.
Según la Fiscalía, Morel le decía a Guille que los taxistas estaban haciendo una manifestación frente al Concejo Municipal de Rosario y en el grupo había personas con los bombos que creía pertenecían a la barra de Newell’s, y había «un gordo de Central que anda con el Pelado, con el Pillín», relató. Morel le contaba que habían filmado la secuencia.
Plata o plomo: el crimen del casino y el sistema extorsivo que ejecutaba Cachete
En otra comunicación ocurrida ese mismo día, en la que el fiscal sindicó como interlocutores a Guille y Maximiliano «Cachete» Díaz, un joven investigado por distintas balaceras, terminó detenido e imputado por el ataque a tiros al casino City Center en enero pasado, cuando fue asesinado Enrique Encino.
En esta charla Guille le preguntó a Cachete por los bombos usados en el Sindicato de Peones de Taxi y le dijo que le mandara el «video a Mario, a ver si conoce al de Central», que lo va a «hacer retar por el Pelado».
El 4 de diciembre hubo otra charla entre Morel y Cantero, según la imputación. El primero le dice que mandó los videos y que estuvieron todo el día en la Terminal, donde están siempre, y que «el sindi cierra a las 16.45». Guille agrega que había dicho que le «muestren al Pelado» los videos y Morel le contestó que Cachete le dijo que «ya los vio» y le va a contar cuando lo llame, relató el fiscal.
Para Moreno, de las escuchas surge una presunta colaboración entre jefes de las barras de los dos clubes de primera división de Rosario y un acuerdo al menos tácito de no meterse en los negocios o asuntos del otro.
Agregó el fiscal que la relación entre Pillín y allegados al clan Cantero no es nueva e hizo referencia a una foto que se publicó en una nota periodística donde se ve a Bracamonte junto con personas cercanas a esta familia de zona sur en el cumpleaños de 15 de la hermana del asesinado mandamás de la banda de Los Monos Claudio «Pájaro» Cantero, en 2013.
También Moreno recordó que en 2015, en un partido de Rosario Central contra Boca Juniors, se desplegaron dos banderas en homenaje a Pájaro Cantero.
Asimismo, el funcionario hablo de la vinculación del Pillo con otros jefes de barras, como el célebre líder de la pesada de Independiente Pablo «Bebote» Álvarez, con quien fue deportado desde Sudáfrica, adonde habían viajada con la intención de presenciar el Mundial de Fútbol en 2010.