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Pillín: lo quisieron matar 29 veces durante los 25 años que lleva al frente de la barra de Central

Andrés Bracamonte está al frente del paravalanchas canalla desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de sectores internos que se quedó con la pesada. En este cuarto siglo fue acusado, condenado, detenido y liberado. Él cuenta que ya lleva tres decenas de gambetas a la muerte

—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?

—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.

Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que lleva Andrés Bracamonte un amigo, quien el sábado a la noche lo visitó en el hospital donde lo revisaron tras una nueva balacera que apenas tocó su cuerpo. A la hora en la que el Clásico había terminado, Pillín y su mujer se encontraban en un auto en Drago y avenida de los Trabajadores. No habían ido a ver el partido, Pillín tiene restricción para entrar.

Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su mujer las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También está fuera de peligro.

Pillín está al frente de la barra desde el comienzos de este siglo, aunque algunos lo ubican ya al frente del paravalanchas auriazul desde 1999. En este cuarto siglo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.

De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.

En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.

Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.

En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápido recibió el alta.

En febrero pasado, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ibarlucea donde vive actualmente. Dejaron una nota amenazante con el líder de la pesada.

Mediático

Pillín no puede entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.

En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.

Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita La Carpita, que el capo de la pesada también administra.

Causas judiciales

En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente sólo pesa actualmente sobre él una causa por extorsión.

Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ibarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó frizada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió en mayo último que debe seguir bajo la órbita provincial.

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