El piloto del avión de Aeroflot que ardió este domingo en el aeropuerto moscovita Sheremetievo, con un saldo de 41 muertos, mencionó este lunes a un rayo, los depósitos llenos de combustible y el violento aterrizaje como causas de la tragedia.
Aunque las circunstancias exactas del accidente todavía se desconocen, el piloto Denis Evdokimov afirmó en medios rusos que el Sukhoi Superjet 100 tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia tras perder una parte del material a bordo debido a un rayo.
“Debido a un rayo, perdimos el contacto de radio y pasamos al régimen de pilotaje mínimo. Es decir sin ordenador, como es habitual, pero de forma directa. En régimen de emergencia”, explicó el piloto al diario ruso Komsomolskaia Pravda.
“Conseguimos restablecer la comunicación a través de la frecuencia de emergencia, pero era corta y funcionaba sólo de forma intermitente. Pudimos decir algunas palabras pero luego el contacto desapareció”, precisó.
Según la agencia Interfax, que citó a una fuente anónima cercana a la investigación, el piloto decidió no vaciar sus tanques ya que el avión estaba directamente sobre la ciudad de Moscú y hacerlo hubiera sido peligroso para los residentes.
Las autoridades aeronáuticas abrieron una investigación penal por un posible quiebre de reglas de seguridad. El error humano, una formación deficiente del piloto, problemas en los controladores aéreos, problemas técnicos y el estado del clima, son las hipótesis que se manejan para desentrañar el siniestro, indicó The Moscow Times.
“Como un saltamontes”
Las primeras fuentes señalaron que el incendio se declaró a bordo, pero en un video publicado varias horas después del accidente se ve cómo el aparato toca la pista del aeródromo y rebota antes de incendiarse.
Justo después del aterrizaje, los pasajeros fueron evacuados por toboganes de la parte delantera del avión mientras las llamas lo devoraban a gran velocidad, con enormes columnas de humo negro elevándose en el aire.
En otros videos, se veía a los pasajeros corriendo por la pista del aeropuerto para alejarse del aparato. Otras imágenes filmadas en el interior de la carlinga muestran un motor en llamas mientras se escuchan gritos de terror.
Varios pasajeros de la aeronave, declararon haber visto “un relámpago de luz blanca” durante el vuelo, en coincidencia con lo dicho por el piloto.
“El aterrizaje fue duro, casi perdimos el conocimiento por el miedo. El avión repercutió en la pista como un saltamontes y ardió en el suelo”, explicó otro pasajero, Piotr Egorov, al diario Komsomolskaia Pravda.
Según fuentes de los servicios de emergencia citados por medios rusos, fueron encontradas las dos “cajas negras” del aparato en el lugar del accidente, y enviadas a los investigadores.
En total, 78 personas iban a bordo del aparato cuando se vio obligado a volver al aeropuerto Moscú-Sheremetievo, pocos minutos después de su despegue rumbo a Murmansk (norte), donde se decretó un duelo de tres días.
Según el Comité de Investigación, organismo encargado de las grandes investigaciones en Rusia, 41 personas fallecieron. Otras nueve fueron hospitalizadas, tres de ellas en estado grave.