Los choferes del transporte urbano de pasajero nucleados en la seccional Rosario de la Unión Tranviarios Automotor se habían declarado en estado de alerta y asamblea permanente debido al incumplimiento de las empresas en el pago de haberes correspondientes al mes de mayo. Y este jueves por la tarde, cuando ya asomaba el lanzamiento de una nueva medida de fuerza, llamados de último momento forzaron un volantazo. «Hemos decidido pasar a un cuarto intermedio hasta el día martes», anunció el titular de UTA, Sergio Copello. Lo que los hizo pisar el freno fue la promesa, que ahora deberá hacerse realidad, de que este viernes tendrían depositado hasta el 50% de los salarios del mes pasado. Así que, a menos que ocurra algo inesperado, durante el fin de semana y el feriado habrá colectivos urbanos e interurbanos circulando.
«Hasta el momento depositaron 10.000 pesos del mes de mayo. Es decir que estamos peor que el mes pasado, porque a esta misma altura habíamos cobrado el 50 por ciento de los haberes», remarcó Copello al dar cuenta de la situación de los 2.700 trabajadores del transporte en Rosario y zona. En diálogo con El Ciudadano, el dirigente advirtió que para una parte de los afiliados el panorama era todavía peor: «A los choferes del transporte interurbano no le depositaron nada».
UTA Rosario viene de protagonizar un paro histórico, el mayor desde que se fundó el gremio, de 23 días, una jornada más que en el resto del país, donde el cese de actividades se cumplió en todas las seccionales salvo en el Amba (área metropolitana de Buenos Aires), en un puñado de ciudades del interior bonaerense donde hay sistema de transporte público y en la capital sanjuanina. Y ahora asomaba una nueva huelga, qué técnicamente el gremio define como «corte de crédito laboral», ya que no se hizo por reclamo de aumento salarial o de condiciones laborales, sino por el no pago de servicios ya prestados.
Pero por ahora todo se apaciguó. Los delegados de la UTA se reunieron este jueves para analizar un nuevo cese de actividades que, si bien sigue latente, se postergó hasta el martes próximo, cuando volverá a reabrirse la asamblea. Como es lógico, los trabajadores reclaman el pago del 100% de los salarios, lo que ya no ocurrirá en tiempo y forma –deberían haber estado depositados el pasado viernes 5– pero cedieron ante las dificultades de todo el sistema por la cuarentena obligatoria, que redujo a un mínimo inédito la cantidad de pasajeros y, por tanto, la recaudación por pasajes.
Nada firmado
En plena pandemia, se resolvió que las empresas de transporte paguen el 88 por ciento del sueldo en forma no remunerativa, es decir que los empresarios no se van hacer cargo de los aportes patronales, pero para que eso ocurra debe estar homologado por la Ministerio de Trabajo, algo que todavía no ocurrió. La reunión se pospuso para el viernes 19 de junio.