El juicio al que iba a ser sometido el músico Cristian «Pity» Álvarez desde el próximo miércoles por el homicidio de un vecino del barrio Samoré de Villa Lugano en julio de 2018, fue suspendido luego de que un informe pericial determinara que el exlíder de «Viejas Locas» tiene su capacidad de pensar «marcadamente dañada» y que padece «un cuadro de trastorno depresivo y de apatía».
La decisión fue adoptada en las últimas horas por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 29, que iba a estar a cargo del debate, cuyos jueces recibieron un informe del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional y de los peritos de la Defensoría General de la Nación que indicaba que el acusado no se encontraría en condiciones de afrontar la realización del debate.
En el mismo sentido se expresó el fiscal Sandro Abraldes en un dictamen en el que consideró que «el acusado carece de las posibilidades indispensables y necesarias para el ejercicio de su derecho de resistencia a la acusación y el proceso no puede avanzar hacia la realización del debate oral y público sin avasallarlo, de manera que, en los términos contemplados en el artículo 77 del Código Procesal Penal de la Nación, corresponde disponer la suspensión del trámite de las actuaciones».
En el informe pericial, los expertos que analizaron la conducta del exlíder de «Intoxicados» y «Viejas Locas» establecieron que padece «un cuadro de deterioro psico orgánico compatible con un trastorno cognitivo mayor».
Indicaron también que presenta «un cuadro de trastorno depresivo, con intensa anhedonia (incapacidad para sentir placer) y apatía», y que su capacidad para pensar «se halla marcadamente dañada».
Como conclusión, indicaron que la capacidad de comprensión de lo que significa estar en proceso «se encuentra francamente disminuida y la posibilidad del ejercicio de su defensa está dañada y menoscabada».
Ante esta situación, el tribunal le corrió vista a las partes para que opinen y el fiscal Abraldes entendió que era lógica la suspensión del debate.
El fiscal requirió que se le ordene al Cuerpo Médico Forense que evalúe cada seis meses al imputado para establecer «si persisten los síntomas psicopatológicos que padece al día de hoy» y determinar si puede afrontar el juicio más adelante.
Por otra parte, marcó que los peritos no brindaron respuesta sobre si Álvarez resulta peligroso para sí mismo o para terceros.
«Este extremo deviene trascendente, no solo por el cuadro de marcado deterioro neurobiológico que padece, sino porque en la propia entrevista frente a los galenos, Álvarez Congiú manifestó tener pensamientos suicidas», explicó la fiscalía.
Recordó también que en el informe aportado se dejó asentado que el músico presenta los síntomas de deterioro que producen la pasta base, alcohol y cocaína, que dañan marcadamente el cerebro frontal, en su región basal, que organiza los valores preventivos de la conducta social.
«Si a la información presentada, se agrega que los especialistas también han indicado que la única manera de que el prenombrado consiga mejorar su cuadro es someterse a un tratamiento en una clínica de rehabilitación con apoyos personalizados, surge clara la posibilidad de que, eventualmente, sea necesario disponer su internación involuntaria en un dispositivo adecuado para afrontar su cuadro de salud mental», indicó.
El hecho por el que el cantante, guitarrista y compositor del tema «Todo sigue igual» de Viejas Locas está acusado ocurrió el 12 de julio de 2018 frente a la Torre 12 B del barrio Samoré, en Dellepiane Sur y avenida Escalada, de Villa Lugano.
De acuerdo con los investigadores, Álvarez salió de allí junto a su novia y de repente se acercó a ellos Cristian Díaz, alias «Gringo», un conocido del barrio con quien comenzó a discutir.
Según la acusación, esa discusión fue porque la víctima le recriminó a «Pity» andar diciendo que él le había robado unas pertenencias de una mochila.
Testigos afirmaron que Díaz empujó e intentó pegarle al músico, momento en que éste extrajo una pistola calibre .25 y le efectuó a la víctima un primer tiro en la cara y luego lo remató de otros tres.
Poco después, Álvarez abordó con su novia un Volkswagen Polo y a los pocos metros le pidió a la joven que arrojara la pistola en una alcantarilla, tras lo cual, ambos fueron al local bailable «Pinar de Rocha» de Ramos Mejía.
Álvarez estuvo casi un día prófugo hasta que el 13 de julio de 2018 se entregó en la comisaría 52, único momento en el que se refirió al hecho cuando le dijo a la prensa: «Lo maté porque era él o yo. Y creo que cualquier animal haría lo mismo».