Los hornos pizzeros caseros se empiezan a extender, no tanto como las parrillas de los asados, pero cada vez más, y a diferencia de los cortes cárneos, requiere de mayor participación del cocinero que agasaja a familiares y amigos en el proceso de elaboración , ya que el arte de una pizza no está sólo en prender el fuego y acomodar carne, sino en el amasado, sobre todo.
El súmmum del desafío de un aficionado pizzero es la llamada napolitana, nacida en Forcella, del sur italiano, en virtud de que conjuga varios secretos de éxito, que van desde la técnica del amasado hasta el poder de la fuente de calor, superior a los 400 grados.
Pero en ese caso, si no se cuenta con un horno napolitano, están los llamados profesionales y domésticos que alcanzan los 340 grados centígrados y son capaces de dar buenos resultados; no iguales, pero sí parecidos, claro que compensando con mayor tiempo de cocción.
Sin llegar al epítome de la exigencia de un pizzero aficionado, sea en horno de barro, de leña, a gas, o el común, la cuestión principal del calor pasa por cuánto tiempo precalentarlo, que no baja de la media hora y el timmingo de la permanencia de la pizza en su interior.
Pero para que la masa quede crocante en los bordes, del tipo marinada, y esponjosa pero compacta en la parte restante, requiere de un amasado y estacionamiento exactos, tanto en frío como en ambiente natural, a fin de que una vez hecha y con el relleno de tomate reducido, albahaca, orégano y ajo desparramado, se la pueda cortar con una tijera.
Si bien la pizza es uno de los alimentos más conocidos por el mundo gracias a su delicia y la facilidad con la que se prepara, alberga formas sofisticadas de realización que hacen la diferencia.
Gus Salazar, desde la red internacional Cookpad, explica que “nuestra misión es la cocina diaria sea divertida, porque creemos que cocinar es clave para una vida más feliz y saludable para las personas, las comunidades y el planeta”.
Y exhorta: «Empoderamos a cocineros caseros de todo el mundo para que, entre todos, nos ayudemos compartiendo recetas y experiencias en la cocina». Comparte una receta para cuatro raciones, y se utilizan:
- 1 kg harina de trigo
- 15 gr levadura seca
- 10 gr ajo en polvo
- 10 gr mezcla de hierbas finas (tomillo, romero, mejorana etc)
- 25 gr sal
- 500 ml agua
- 150 ml aceite oliva
- Salsa de tomate
- 1 kg tomate
- 250 gr cebolla
- 150 gr ajo
- 5 gr hojas de laurel
- 45 gr pimienta gorda
Cómo hacerla
En un bowl se pesan todo los ingredientes y se agregan a la amasadora directamente, primero se revuelve la harina con la levadura y especias.
Después se coloca la sal y el agua y se amasa a máxima potencia
Cuando la harina esté casi integrada se añade el aceite de oliva y se vuelve a amasar a máxima potencia hasta que la masa no sea pegajosa.
Después de eso se porciona la masa en bollos y se los deja reposar mínimo 1 hora para que fermenten
Después del reposo se toma un bollo de masa y, en una mesa de trabajo, se añade harina para estirar
Como siguiente paso se colocan la salsa de tomate, el queso y el relleno que más nos guste para llevarla a hornear
Cuando ya esté cocida, se la saca y corta en 8 partes.
Luiggi Ser, de Quilmes y perteneciente a la misma red, recomienda graduar el horno a 350 grados y que la cocción se haga en 10 minutos.