Con el salteño Juan Manuel Urtubey decidido a competir por el sillón de Rivadavia en 2019, empieza a armarse el esquema de precandidatos del peronismo, en el que figuran algunos otros nombres como los del tigrense Sergio Massa y el cordobés José Manuel De la Sota.
Desde que en 2015 rechazó ser el candidato a vicepresidente del bonaerense Daniel Scioli, Urtubey tiene entre ceja y ceja la Casa Rosada, sueño que no oculta desde aquellas elecciones.
Su postulación, virtualmente confirmada, es la que más adhesiones suma hasta el momento, siempre que la reconstrucción del peronismo no incluya una intención de Cristina Kirchner de volver a competir para ponerse la banda y tomar el bastón que dejó el 9 de diciembre de 2015 en una Plaza de Mayo colmada para su despedida de la presidencia.
Con ese objetivo, Urtubey buscó posicionarse desde el primer día de la gestión de Mauricio Macri como el líder y referente de un peronismo renovado y que apueste a la gobernabilidad del país.
“El peronismo tiene que volver a enamorar”, repite una y otra vez, en público y en privado.
Al encabezar el pasado martes un acto con el jefe del bloque Justicialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, comenzaron a rondar los rumores y las versiones acerca de la posible confirmación de una dupla entre el salteño y el rionegrino.
El patagónico, que intentó sin éxito seducir a Scioli para que lo eligiera como candidato a vicepresidente hace tres años, recuerda asiduamente los traspiés que cometieron varios mandatarios argentinos al elegir a sus compañeros de fórmula, ante lo cual destaca que esa persona debe ser alguien con experiencia en el mundo legislativo para poder hacerse cargo de ese rol de presidente del Senado.
La presentación compartida por ambos referentes del justicialismo tuvo como organizador al secretario general de la Asociación del Personal de Organismo de Control (Apoc), Hugo Quintana, quien manifestó que ese dúo “podría ser” una de las ofertas electorales en 2019. Sin embargo, ayer el sindicalista se mostró “seguro” de que “en el peronismo federal va a haber más de un candidato”.
“Hay aspiraciones de parte de unos cuantos compañeros, gente relevante de la política”, manifestó Quintana, quien subrayó que “hay que buscar las internas, basta de la designación a dedo”.
Lejos de augurar la unificación de las distintas ramas del árbol peronista, el titular de Apoc aclaró que la multiplicidad de candidatos será “del peronismo federal y del peronismo en general”.
Esa aclaración apunta, entre otros, hacia los movimientos de otros referentes del peronismo que, casualmente, compartieron caminos en 2015 y un silencio de radio y rosca de políticos en 2018.
Se trata del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el ex gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota.
Tras concluir su mandato como diputado nacional y ante el fracaso de su intención de ser senador nacional, el tigrense se llamó a silencio y empezó a mantener distintas reuniones con dirigentes del conurbano bonaerense.
Antes del comienzo del fin de semana largo, Massa recibió en el Centro de Operaciones de Tigre (COT) al diputado nacional y ex intendente de La Matanza Fernando Espinoza.
Curiosamente, el cordobés, que dedica gran parte de sus horas a mejorar sus movimientos de tenista amateur en el polvo de ladrillo, se juntó con la sucesora de Espinoza al frente del distrito más poblado de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario.
Asimismo, De la Sota también redobló sus recorridas por barrios vulnerables, pero no acompañado por un puntero político sino por referentes eclesiásticos.
Hace diez días recorrió la villa La Cárcova, en el partido bonaerense de San Martín, junto al padre José María “Pepe” Di Paola, así como también caminó por los pasillos de la 21-24, en el barrio porteño de Barracas, junto al padre Lorenzo “Toto” De Vedia.
Fiel a su catolicismo y a su militancia política, el cordobés remarcó a los curas villeros como “un ejemplo de autenticidad y amor al prójimo, en un mundo con tantas hipocresías”.
El acuerdo tácito entre las distintas fuerzas políticas definió que la campaña electoral comenzará una vez concluido el Mundial de Rusia: cuando deje de rodar la pelota, empezará a girar con mayor velocidad la rueda del peronismo y se podrá determinar si habrá unidad o seguirá la dispersión.