Julio Fabián tiene 58 años y es el primer paciente recuperado de coronavirus en Buenos Aires que fue tratado con plasma. El 3 de mayo un hisopado le dio positivo de Covid-19 y quedó internado en un hospital del barrio Malvinas Argentinas por tres semanas con un cuadro respiratorio grave. “Gracias al plasma volví a nacer”, dijo en declaraciones radiales al programa de Alejandro Bercovich. El hijo del paciente, de 40 años, también se contagió y recuperó después de un tratamiento similar. Este miércoles el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, tuvo el alta médica luego de 13 días de internación por coronavirus. El personal médico que lo trató dijo la transfusión de plasma ayudó en su recuperación.
Desde hace dos meses, Santa Fe convoca a donantes y extrae plasma para tratar pacientes de coronavirus en la provincia. Hubo más de 100 recuperados de Covid-19 que ofrecieron donar. Las extracciones se hacen en el Hospital Clemente Álvarez (Heca) de Rosario, en el Eva Perón de Granadero Baigorria, y en el Iturraspe de Santa Fe. Son similares a las de sangre, pero aumenta el tiempo de extracción y la cantidad de veces que una persona puede hacerlo. Hasta la semana pasada, hubo más de 15 y ya hay dos pedidos de plasma desde los efectores de salud.
El plasma es un tratamiento seguro que suma anticuerpos para atacar al virus. Puede transfundirse al inicio de la enfermedad, cuando el paciente empieza a perder oxígeno o en etapas críticas. No es una cura, pero mientras avanzan los estudios para desarrollar una vacuna, acelera la recuperación de la enfermedad. Para el titular del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), Mario Perichón, es “prestarle anticuerpos a un enfermo”.
“El tratamiento es una inmunización pasiva. Cuando una persona se vacuna por un virus como la gripe se generan anticuerpos por estímulo. Como aún no hay vacuna, el paciente se inmuniza con la enfermedad y genera anticuerpos. Al donar plasma, se los presta a quien está empezando la enfermedad. No es una vacuna, sino que es ayudarlo con una inmunización pasiva para que pueda evitar las formas graves de la enfermedad”, dijo Perichón a El Ciudadano.
El procedimiento
En abril el Ministerio de Salud de la Nación convocó a la provincia de Santa Fe a participar del protocolo de investigación del Ensayo Clínico nacional de uso de plasma. El estudio sigue lo que hicieron en países europeos como Italia o Reino Unido en la primera etapa de la pandemia.
Desde el Cudaio y los centros de hemoterapia provinciales consensuaron los protocolos y respondieron a la convocatoria. El Comité provincial de bioética sumó el dictamen favorable.
Junto con la Dirección de Epidemiología de la provincia hicieron un llamado público a pacientes recuperados de Covid-19 que quieran anotarse como donantes. Hasta la semana pasada hubo 110 personas inscriptas en todo el territorio provincial.
Deben cumplir con ciertos requisitos: tener el alta médica con dos hisopados negativos, un registro de la historia clínica de cómo cursó la enfermedad, los antecedentes, si fue a internación, qué tipo de síntomas tuvo, y una serie de estudios de laboratorio para conocer el estado general de la persona donante.
En la provincia hay tres máquinas de aféresis, la técnica con la que se separan los componentes de la sangre, disponibles: en el Hospital Clemente Álvarez (Heca) de Rosario, en el Eva Perón de Granadero Baigorria, y en el Iturraspe de Santa Fe. Si la persona donante es de otra localidad, el Cudaio dispone de móviles para el traslado.
La extracción de plasma es similar a la de sangre. La persona es conectada a una máquina automatizada que extrae la sangre, separa las células, los glóbulos blancos y rojos, y las plaquetas y, por otra vía, la repone al cuerpo sin el líquido (plasma) que se guarda en una bolsa estéril. El proceso total dura entre dos y dos horas y media.
La bolsa con plasma es remitida a los centros de hemoterapia donde la controlan y la refrigeran a la espera de grupos de tratamiento.
El Cudaio es el responsable de obtener el plasma, procesarlo y resguardarlo en el Centro Regional de Hemoterapia de Rosario para distribuirlo hacia centros de tratamiento establecidos por el Ministerio de Salud, previa solicitud. Luego hacen un seguimiento con hemovigilancia para estudiar cómo evoluciona el paciente.
“El control posterior del paciente lo hace el personal médico tratante y el Cudaio a través de centros de hemoterapia. Aún no se liberó ningún plasma pero ya hay dos pedidos hechos que esperan autorización”, contó Perichón, y dijo que Santa Fe ya tiene varios equipos de tratamiento en funcionamiento con el área de salud pública y privada para incorporarse al ensayo clínico.
Prestar anticuerpos
Perichón explica que cuando un virus entra al cuerpo de una persona, la respuesta del sistema inmunológico es un aumento en los anticuerpos llamados inmunoglobulina M (IgM). Se trata de la respuesta rápida y primaria del cuerpo frente al ataque de cualquier virus. Pero unos 5 o 7 días después aparece otro anticuerpo denominado inmunoglobulina G (IgG) que tiene mayor capacidad de bloqueo del virus. “Se llaman anticuerpos neutralizantes y son específicos contra el virus que está infectando. Permanecen durante todo el período activo de la enfermedad y hasta un tiempo después. En el caso de Covid-19 aún no sabemos cuánto tiempo duran. Una de las pruebas que se le hace al plasma es registrar esos anticuerpos y medirlos”, señaló el titular del Cudaio.
El tratamiento con plasma de pacientes recuperados permite que los anticuerpos generados pasen a la persona enferma para ayudarla a mejorar la capacidad de respuesta ante el virus. «Hay distintas maneras de tratarlo. Se usa en pacientes graves como en etapas tempranas. Los ensayos clínicos de todo el mundo tienen dos objetivos: determinar que es seguro para el paciente y que es eficaz. La fiebre hemorrágica argentina se trataba con plasma. Tenía una mortalidad del 30 por ciento y con el tratamiento bajó al 1 por ciento. Es un antecedente de que es seguro. En cuanto a la eficacia aún no tenemos respuesta. Se usa cuando inicia la enfermedad, cuando desatura oxígeno y cuando el paciente está grave”, detalló.
Cómo donar
A diferencia de la donación de sangre, una persona recuperada puede donar plasma hasta 24 veces por año. Se entregan 200 ml como dosis que puede ser única, si el paciente responde rápido, o puede llegar a recibir una segunda dosis con un intervalo de tiempo. Cada unidad de plasma sirve para dos o tres aplicaciones. Quienes quieran donar de forma voluntaria pueden enviar un mail a centroregionalhemoterapia@santafe.gob.ar.
Alta y promoción
El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, fue dado de alta y continuará con recuperación domiciliaria luego de haber sido diagnosticado con coronavirus y pasar 13 días internado en el Hospital de Llavallol. Allí recibió una transfusión de plasma que permitió su recuperación, según señaló un comunicado difundido por ese municipio.
Insaurralde recibió el alta tras un tratamiento con plasma de pacientes recuperados
El proyecto de ley que presentó Maximo Kirchner cuenta con el apoyo de la oposición y pretende lanzar una campaña para promover la donación voluntaria de plasma de pacientes recuperados de Covid-19.
Propone una licencia especial para los y las donantes bajo relación de dependencia de dos días por cada donación, al tiempo que las y los reconoce como “ciudadanos/as solidarios/as destacados/as de la República Argentina”.
“Es imprescindible que sea la sociedad en su conjunto que ponga en valor la donación de quienes luego de haber pasado por una situación angustiante, cooperan para mejorar la calidad de vida de los demás”, señaló en el proyecto.