Causas por extorsiones a comerciantes en Villa Gobernador Gálvez continúan acumulándose en los escritorios de fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Los balazos a vidrieras y las características notas que invocan a la mafia se transformaron en un sello propio del sistema criminal de la vecina localidad. El malestar social por este tipo de hechos motivó marchas y cacerolazos, y fuertes interpelaciones a la provincia e intendencia en épocas de elecciones.
Uno de esos casos, que tiene como blanco a un lubricentro del piloto automovilístico Ale Bucci, se ventiló este viernes con la imputación a un joven tiratiros detenido a fines de julio. Lejos de terminar, los aprietes a Bucci siguieron esta semana, con balaceras a gimnasios relacionados con su familia.
Como publicó este diario, el 17 y 23 de julio la persiana de Lubricars, propiedad de Bucci, recibió dos tiros por parte de una dupla en moto. La agresión estuvo precedida por pedidos de plata para cesar las hostilidades.
Villa Gobernador Gálvez: primero exigieron plata, luego balearon el frente del local
Para el MPA y detectives de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), una de las personas encargada del trabajo sucio en la extorsión a Bucci fue Nicolás David F., de 24 años. Mientras era investigado, Nicolás cayó detenido el 30 de julio cuando se tiroteó con policías en Circunvalación y Ovidio Lagos con una moto robada, minutos después de balear junto con un compinche una vivienda de Puente Gallego.
En esa ocasión los dos detenidos, oriundos de Villa Gobernador Gálvez, fueron imputados por portación de arma de fuego de guerra, abuso de armas, resistencia a la autoridad calificada y encubrimiento y quedaron presos por el plazo de ley, un mínimo de dos años hasta un posible juicio oral o acuerdo abreviado.
Acusaron a dos tiratiros por balacera contra vivienda en Puente Gallego
Pero el peritaje a un celular secuestrado y otros elementos arrojaron evidencia complicó aún más a Nicolás. El fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos David Carizza lo acusó este viernes de haber disparado tres veces el 23 de julio contra el local Lubricars, de Emilio Zolá al 2200, una de las acciones que tenía como objetivo la entrega de dinero por parte de los hermanos Ale –campeón de Turismo Carretera en 2017– y Luciano Bucci. Ese fue el segundo atentado contra el taller, ya que el 17 ya había recibido dos disparos.
Las víctimas, ligadas al deporte motor y a la mecánica de automóviles, recibieron amenazas el 1° y el 14 de julio. Una de ellas decía: “Comunicate a la brevedad de lo contrario tomaremos otras medidas atte:la mafia”.
Esos mensajes sumieron en crisis a los Bucci y algunos comercios propiedad de la familia debieron bajar persianas por tiempo indeterminado. Otra nota extorsiva le reprochaba a los hermanos alguna ligazón con una familia villagalvense históricamente enfrentada a la banda Los Monos: “Necesitamos una colaboración de ustedes… ya que cuando tuvieron que andar con los Bassi anduvieron, ahora van a tener que fijar un bono si no te vamos a buscar por todos los rincones”. Esa relación del pasado fue negada terminantemente por los Bucci ante los investigadores.
Nicolás F. ahora sumó cargos por extorsión y abuso de armas y otra vez quedó en prisión preventiva por el plazo de ley por resolución del juez Mariano Aliau. Según la investigación, el acusado mantenía contacto telefónico con internos del penal de Piñero.
Una balacera cometida el 7 de septiembre contra un gimnasio de Belgrano al 2500 demostró que el asedio a la familia sigue activo y que Nicolás F. apenas era una pieza intercambiable. Esa tarde la sala de ejercicios estaba en plena actividad cuando desde una moto partieron tres disparos a la fachada. No hubo heridos, aunque las detonaciones sumieron en el terror a la clientela. Tres días antes, el frente de otro gimnasio ligado a la familia del corredor, de Garay al 2200 también fue atacado, según publicó el portal Desarrollo Zonal.
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