Search

Poco, pero bueno: el mercado de pases leproso esta vez apuntó a jerarquizar el plantel

La dirigencia coincidió con Mauricio Larriera en hacer un esfuerzo parra traer a jugadores más costosos, pero con pergaminos suficientes para ser titulares indiscutidos. Ever Banega, el Colo Ramírez, el Pitbull Fernández y Franco Díaz llenan esa expectativa previa

Ever Banega, Juan Ignacio Ramírez, Franco Díaz y Rodrigo Fernández Cedrés. El mercado de Newell’s se cerró con ese póker de incorporaciones, aunque hasta último momento, la Gerencia de Fútbol analizó sumar un mediocampista o un zaguero para tener alguna alternativa más de recambio, algo que finalmente no sucedió ya que las opciones que quedaban en carpeta no eran más que los juveniles de la casa que hoy tiene Mauricio Larriera como suplentes.

«Me gustaría sumar un volante de ruptura o un extremo zurdo más, para tener opciones. Pero la dirigencia ya hizo un esfuerzo grande en este mercado y si no se puede, buscaremos esos jugadores en inferiores». Las palabras de Larriera posteriores al triunfo ante Lanús fueron un claro mensaje. El DT uruguayo sabe bien que Ariel Michaloutsos y la dirigencia cumplieron por encima de sus expectativas con los refuerzos que vinieron, y ese intento final pasaba por cierto recambio que el uruguayo pretendía a partir de la venta de Juan Sforza y la desafortunada lesión ligamentaria de David Sotelo.

La realidad es que Newell’s pretendía sumar un quinto refuerzo con la llegada de Juan Manuel Fedorco, un zaguero joven que compró Independiente e iba a cederlo a préstamo al Parque. Pero a último momento, el Rojo, a pesar de que Carlos Tevez había anunciado que no lo tendría en cuenta, decidió que se quede en Avellaneda.

En cuanto a algún posible volante ofensivo, los nombres que podían tener alguna posibilidad de venir en algunas gestiones de último momento no eran mejores que los juveniles de la casa que hoy tiene Larriera como alternativa. Por eso se decidió no avanzar ni inscribir a nadie en el cierre del libro de pases.

No hay dudas que el mercado de pases leproso fue más que bueno. Para dar un veredicto definitivo habrá que esperar algunos meses, pero está a la vista que la dirigencia y Michalotsos buscaron satisfacer los pedidos de Larriera en cuanto a la calidad de los jugadores que llegaron. El DT orienta pidió experiencia o jerarquía para armar la columna vertebral del equipo. Y los nombres que sumó al plantel coinciden con esa idea.

Ever Banega seguramente no estaba como plan principal. Pero el segundo intento de Ignacio Astore por tenerlo estaba vez tuvo éxito. El sentido de pertenencia del volante de 35 años pudo más que la gestión iniciada antes por Boca, y en los dos primeros partidos, Banega demostró que su calidad está intacta, pero además le puso sacrificio al juego y se calzó la 10 a la hora de ser el referente dentro y fuera de la cancha.

Juan Ignacio Ramírez aparece como la otra gran apuesta. A la hora de pedir un nueve, Larriera puso el nombre del atacante de Nacional como primera alternativa, y la dirigencia hizo un esfuerzo grande para pagar 4 millones de dólares y darle el gusto al DT. Y el Colo en este inicio empezó a devolver esa apuesta con gol.

El otro uruguayo que llegó fue Rodrigo Fernández Cedrés. El Pitbull fue un acierto de la Gerencia de Fútbol, que lo tenía en su scouting y sin que trascendiera, buscó cerrar un préstamo con Santos, sabiendo que Larriera iba a estar más que conforme con el nombre. Muchas veces los refuerzos que llegan necesitan un período de adaptación, o al menos eso ponen como excusa los entrenadores. En este caso, el mediocampista uruguayo llegó y a los dos días fue titular con Lanús. Una muestra de compromiso y también de jerarquía.

Tal vez Franco Díaz sea el nombre con menos marquesina de los cuatro que llegaron, pero nadie duda que es un titular indiscutido que le puede aportar mucho al equipo como volante central o más tirado a la derecha.

El quinto jugador que se sumó y es titular no llegó como refuerzo, pero podría considerarse uno. Ramiro Macagno tuvo un gran año 2023 en Platense, donde alejó el fantasma de las lesiones y se consolidó con actuaciones extraordinarias que llevaron al Calamar a la final de la Copa de la Liga. Y si bien tenía muchas ofertas, Newell’s gestionó su regreso y le dio a Larriera una pieza fundamental para esa columna vertebral que completan Gustavo Velázquez, Fernández Cedrés, Banega y el Colo Ramírez.

Obviamente el recambio no sobra. El único zaguero que tiene como suplente la Lepra es el colombiano Carlos Ordóñez, quien aún no debutó. Pero como tiene seis extranjeros, para que pueda jugar o ir al banco, Larriera debe resignar al uruguayo Guillermo May, quien en los dos primeros partidos fue titular. Todo indica que Ordóñez sólo jugará en caso de necesidad y el resto de los partidos los verá desde afuera. ¿Opciones? El Piri Vangioni y Tomás Jacob puede adaptarse como zagueros, aunque no es lo ideal. Y no debería sorprender que el DT analice sumar al juvenil Baños, actualmente en reserva, quien viajó a Uruguay en la gira de enero junto al grupo.

En cuanto al mediocampo, Jerónimo Cacciabue aparece como la primera alternativa de recambio. También está Julián Fernández, quien se recupera de una lesión muscular. Y en ofensiva, los nombres que aparecen como posible reemplazo de Banega son Esteban Fernández (fue al banco los dos partidos) y Guillermo Balzi, con una lesión en el mediopié. Acá no hay que descartar sumar a algún juvenil más, y uno de los nombres que podría aparecer de a poco es Valentino Acuña.

Hay una pieza más que Larriera espera con ansiedad: Francisco González. El extremo zurdo está con el Sub 23 de Mascherano y recién se sumará luego del 12 de febrero, antes del viaje a Miami y el partido con Estudiantes previo al Clásico.

10