Lady Gaga no se caracteriza por pasar desapercibida. A cada paso que da, le sigue un escándalo.
Esta vez, la polémica se da luego de que grabara la publicidad de la marca Supreme, donde se la ve semidesnuda y, en varias escenas, cubierta sólo por productos de la compañía.
Pero su osadía y ausencia de pudor no fueron la razón de la discusión sino que el alboroto se dio porque en el comercial la acompaña un niño de no más de cinco años.
Así, la artista posa entre skates y poca ropa, de la mano del chico que simplemente se limita a mostrar su dedo pulgar, como símbolo optimista, ante los flashes del fotógrafo Terry Richardson.
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