Hace pocos días, Flor de la V presentó a sus hijos en el living de Susana. Tras el acontecimiento, comenzaron a surgir las diferentes posiciones sobre la adopción de bebés por parte de parejas homosexuales.
Ayer, en el noticiero de la vecina localidad de San Lorenzo, el padre Chesqui se refirió a la presentación de los hijos de Florencia de la V y reprodujo una anécdota de un chico que señaló al travesti como un monstruo. “Es un hecho que sucedió en Tucumán hace 10 años. El niño se dio cuenta que algo que no era como tenía que ser, por no decir anormal”, sostuvo el cura esta mañana en declaraciones a FM Vale San Lorenzo. Y agregó: “Ojo que lo dijo un chiquito de 9 años, no lo dije yo. Se puede ver la percepción que tiene un nene de 10 años, inteligente (sic)”.
“Es la primera vez que cuento la anécdota en un medio de comunicación. La utilicé para demostrar cómo a veces los chicos la tienen más clara que nosotros”, destacó.
Tras las polémicas declaraciones que realizó en el noticiero, el sacerdote buscó calmar un poco las aguas y aseguró que pese a no estar de acuerdo con parejas conformadas por dos personas del mismo sexo, “respeta” las opciones.
Sin embargo, el padre Chesqui diferenció la situación respecto a la adopción de bebés por parejas que no sean del mismo sexo. “El asunto son los bebés. ¿Con qué imagen van a crecer? ¿La imagen de una mamá que es varón? Por más que quiera ser mujer es varón”, cuestionó.
“El gran problema es que los bebés van moldeando su personalidad de acuerdo a lo que ven, a lo que sienten. Yo no tengo duda que los homosexuales tienen amor para los chicos, pero hay algo que se les escapa: la presencia, la atmósfera que respiran los bebés del papá y la mamá”, sostuvo el cura.
La extensa entrevista radial dejó lugar para las contradicciones de Chesqui: “No entiendo a los homosexuales. Me parece insólito que un hombre se enamore de otro hombre. Pero insisto, lo que me preocupa es el tema de los bebés”, resaltó.
Además, se tomó un tiempo para justificar su aversión a los homosexuales, al asegurar que “no son felices”. “No he conocido homosexuales en pareja que sean realmente felices. Se sienten mal, se sienten como hueso fuera de lugar”, remató.