El concejal Roy López Molina, del partido Unión PRO Federal, presentará esta semana en el Concejo un polémico proyecto que plantea prohibir la actividad de los cuidacoches en distintas zonas de la ciudad.
Según consideró López Molina, se trata de «una práctica extorsiva y tarifada». La iniciativa alcanzaría a lugares donde funciona el sistema de estacionamiento medido, como Pichincha, la Estación Fluvial y 300 metros a la redonda de lugares donde se desarrollen espectáculos artísticos o deportivos de concurrencia masiva.
Además, el proyecto contempla multas de hasta 2.000 pesos y deja en manos de la reglamentación del Ejecutivo la gradualidad en las sanciones.
«Proponemos la prohibición porque el fenómeno se ha generalizado, se ha tornado violento en muchos casos y detrás hay bandas organizadas que lucran con esta práctica, no ya sectores vulnerables que buscan recursos para sobrevivir», fundamentó el concejal Roy López Molina.
«Hace unos siete años atrás el tema estaba mucho más acotado en la ciudad. Hasta había una buena convivencia entre los propietarios de los autos y quienes lo cuidaban, sin tarifa, con un aporte a voluntad de los automovilistas», dijo el presidente del bloque Unión PRO.
“En la zona donde funciona el estacionamiento medido, concesionado por el Estado municipal, hay cuidacoches que piden plata, lo cual supone una doble imposición», señaló.
La iniciativa establece que la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana será la encargada de fiscalizar el cumplimiento de las restricciones y aplicar multas de hasta 2.000 pesos.
Para López Molina, la situación se complejizó en el último tiempo. «Se nota en las denuncias que se hacen en los medios y en las redes sociales, además de lo que nos mencionan los vecinos en muchas recorridas. Ahora hay bandas organizadas operando en zonas muy transitadas con prácticas extorsivas, con amenazas de represalias si uno no le abona lo que exigen», precisó.
En base a algunos datos recopilados recientemente, el edil PRO apuntó que «mientras en los recitales se ha pagado una tarifa cercana a los 30 pesos, en los partidos de fútbol de Central y Newell’s sabemos que hay quienes piden hasta 50 pesos que debe pagarse por adelantado».
«Detrás de muchos cuidacoches hay bandas organizadas, en el caso de las canchas de fútbol asociadas a las barras bravas que cuentan además con protección o connivencia policial», detalló.
A su vez, el proyecto detalla que el municipio deberá efectuar un relevamiento entre quienes se desempeñan en estas prácticas, para que las personas involucradas sean incluidas en una base de datos para incorporarlas en programas de capacitación en oficios y de empleo.
“Con esta iniciativa pretendemos devolverle a los vecinos la tranquilidad y la posibilidad de transitar por la vía pública sin temor o limitación alguna, sin miedo o temor a estar vigilados o perseguidos con fines ilegales”, finalizó López Molina.