La Policía Federal de Brasil allanó este jueves despachos del Congreso, en Brasilia, vinculados al senador Fernando Bezerra, el líder del gobierno de Jair Bolsonaro en la Cámara Alta, por supuestos delitos de desvío de dinero público en contratos.
Bezerra pertenece al Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB) del ex presidente Michel Temer, y los hechos investigados corresponden a su función como ministro de Integración Nacional entre 2012 y 2013, en el gobierno de la entonces mandataria Dilma Rousseff.
La operación fue autorizada por el Supremo Tribunal Federal y está basada en un pedido de la fiscalía general con sustento en una delación premiada de un contrabandista de divisas.
Se apunta a que el senador recibió dinero por parte de la empresa constructora OAS a cambio de ventajas en la obra pública de la región nordeste, en particular en el desvío y canalización del río San Francisco.
La policía también allanó el despacho del hijo del senador Bezerra, el diputado Fernando Bezerra, del derechista Demócratas.
Propiedades del legislador en el estado de Pernambuco, noreste, fueron allanadas también en busca de supuestas pruebas de 2012 y 2013.
El allanamiento llega en un momento clave de la relación entre el gobierno y el Senado, que debe comenzar a tratar la reforma previsional aprobada en Diputados, principal proyecto de ajuste económico para los próximos diez años de Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes.
«El operativo no afectará el régimen de votaciones», dijo el presidente del Senado, Davi Alcolumbre, del partido Demócratas, que forma parte de la base del gobierno en asuntos económicos.
Bezerra fue designado por Boslonaro para articular los intereses del gobierno en el Senado pese a pertenecer a lo que el propio presidente llama «la vieja política», es decir, un partido tradicional como el MDB de los ex presidentes José Sarney, Itamar Franco y Temer.
El MDB tiene el mayor bloque en el Senado.
La orden del allanamiento fue tomada por el juez de la corte Roberto Barroso, considerado un aliado de los fiscales de la Operación Lava Jato de Curitiba.
