Veinte años fue la condena que resonó este viernes en la sala 7 del Centro de Justicia Penal. Es el tiempo de cárcel que deberá cumplir un policía que prestaba servicios en la Brigada Motorizada. El 1º de enero de 2016 mató en una fiesta callejera al adolescente Brandon Cardozo cuando uno de los disparos que hizo con su arma reglamentaria le impactó en el rostro. Brandon estaba en la otra punta y ni siquiera se conocían. La víctima era un futbolista prometedor, único hijo, querido por su entorno. Su familia emprendió una lucha judicial para lograr que condenaran al policía a prisión perpetua. Si bien el policía estaba de civil y fuera de servicio el acusado mató con el arma reglamentaria.
Los jueces Hebe Marcogliese, Juan Carlos Curto y Alejandro Negroni tomaron el encuadre fiscal sobre el hecho y lo condenaron por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Ahora resta conocer los fundamentos de la decisión y a partir de allí las partes quedarán en condiciones de apelar el fallo.
El juicio oral y público contra el policía Emiliano Martín Gómez, de 29 años, comenzó el lunes 8 de este mes. La fiscal Marisol Fabbro lo acusó de matar a Brandon Cardozo, entonces de 16 años, cuando disparó su arma reglamentaria en una fiesta callejera el primer día del año 2016. El policía cayó gracias al testimonio de un colega que estaba en el lugar y dio datos de lo que pasó y el nombre del autor de los disparos.
Brandon tenía una sonrisa a flor de piel. Era único hijo y le encantaba el fútbol. Lo practicaba desde los 4 años y jugaba en Sanford. En una oportunidad sus padres, Rubén y Laura, contaron que iba al colegio y después a las prácticas, el esfuerzo era grande pero le encantaba ese deporte. El fin de año lo pasaron en familia y ya entrada la madrugada del 1° de enero de 2016 su primo lo invitó a una fiesta callejera frente al club Tiro Suizo. Brandon pidió permiso, era la primera vez que iba a ir a un evento así. Finalmente los chicos se fueron pero no estuvieron mucho en el lugar. La policía llegó y dispersó a la gente. Entonces otra convocatoria por redes sociales hizo que los chicos fueran hasta Centenario y Entre Ríos. Allí de congregó la gente, a escuchar música, tomar algo y compartir el momento. Brandon llegó cerca de las 2.30.
Cerca de las 5 se armó un desbande, hubo botellazos y los chicos se corrieron para no tener problemas, se fueron para hacia Corrientes pero antes de llegar Brandon se desvaneció. Recibió un disparo en la cara de un arma calibre 9 milímetros que le causó la muerte.
Otro policía que estaba en el lugar se presentó como testigo y contó que Emiliano Gómez pasó junto a su auto con un arma en la mano. Se bajó para calmarlo y lo reconoció. Supo que era un colega. Le dijo que deje de tirar pero no le hizo caso. Gómez disparó unas 7 veces, uno de esos tiros dio en Brandon.
Salvador Vera, abogado querellante en la causa, habló con El Ciudadano tras el veredicto dónde el tribunal a cargo de Hebe Marcogliese, Juan Carlos Curto y Alejandro Negroni condenó a Emiliano Gómez a 20 años de cárcel .
“Desde la querella, consideramos que la resolución implica un fallo importante. La unanimidad en cuanto a la responsabilidad de Gómez como autor del hecho nos parece relevante”, aseguró y agregó que usualmente en los homicidios simples las penas que se aplican rondan los 10 años.
En cuanto a la figura de homicidio calificado por su condición de funcionario policial que implicaba una condena de prisión perpetua dijo que estaban dados los presupuestos para que se aplique esta figura, “no se nos escapa que hay mucha reticencia en el ámbito judicial, y se ve traducida en la jurisprudencia, sobre la negativa a aplicar la figura calificada”, aseguró.
“Quedó demostrado en el proceso que el agente estableció el procedimiento policial, que cometió el asesinato con su arma provista, que efectuó no uno sino siete disparos y en primera medida es indicativo de la calidad del agente de haber actuado en función policial”, dijo
Por otra parte el análisis que debemos hacer y el mensaje que el Poder Ejecutivo debe tomar de esta sentencia, es el deber de “evaluar cuáles son los criterios que usa el Ministerio (de Seguridad) al momento del ingreso de los cadetes a la fuerza policial. En este sentido nos parece relevante que se evalúen con todos los parámetros de la piscología brinda para determinar las personalidad violentas de los agente policiales”, aseguró.
Vera dijo que durante el juicio quedó demostrado que era una persona violenta y el Estado le dio un arma letal. Contó que tenía una antecedentes, lo detuvieron en la Comisaría 19 por un hecho de abuso de armas y lo salvó su superior, dijo.
Para los familiares es una decisión tranquilizadora y les da la posibilidad de comenzar a cerrar una etapa, dijo. Resaltó la importancia de las organizaciones sociales y familiares que se acompañan mutuamente y generan un marco de persecución de estos hechos de abuso policial. Valoró que la utilización letal de la violencia pueda ser sancionada y existe un Poder Judicial y funcionarios que están dispuestos a aplicar sanción, aseguró. Esperaran en principio los fundamentos para evaluar si apelarán o no el fallo.